BUENOS AIRES - Desde hace una semana que los mosquitos no dan tregua, justo ahora que pensábamos que ya nos habíamos liberado de ellos y a esta altura del verano la situación iba a estar bajo control…

La invasión de estos insectos zumbadores tomó a todos por sorpresa y en supermercados y farmacias los repelentes escasean.

En Argentina, los mosquitos no solo son molestos. Al ser portadores de algunas enfermedades endémicas graves, como el dengue y la chikunguña, son un problema sanitario.

Los insectos que pueden transmitir estas infecciones pertenecen al género Aedes, palabra que deriva del griego aēdēs que significa “odioso”, etimológicamente acertado. Pueden ser reconocidos por las líneas blancas que tienen en sus patas.

Los síntomas del dengue clásico son fiebre alta, seguida de dolores de cabeza, fuertes dolores musculares y articulares y, en algunos casos, erupciones cutáneas, náuseas, vómitos y malestar gastrointestinal. Estos síntomas duran aproximadamente una semana.

Sin embargo, aproximadamente una de cada veinte personas infectadas desarrolla complicaciones graves y potencialmente mortales: esta forma se denomina dengue hemorrágico y puede provocar el colapso del cuerpo y hemorragias internas.

Lo más aconsejado es intentar hacer uso de los métodos preventivos más eficaces, como los repelentes a base de dietiltoluamida (o DEET), y evitar el que se junte agua, especialmente al aire libre, que puede crear entornos propicios para la reproducción de mosquitos. Por lo tanto, los recipientes de todo tipo (como cuencos para perros y gatos...) deben vaciarse y limpiarse regularmente. También se recomienda el uso de mosquiteros.

Estos son los diez métodos más usados por las “nonnas” para evitar las picaduras de mosquitos. Sistemas que también han tenido validación científica positiva en pruebas de laboratorio.

1. CITRONELA, GERANIO Y LAVANDA

El extracto de citronela, el arma insecticida masiva más popular de todas las abuelas del mundo, no solo protege los suéteres tejidos de las polillas, sino que también es eficaz contra los mosquitos.

Al ser menos tóxico que el DEET pero de eficacia similar, se usa ampliamente en repelentes infantiles. El extracto (y no el aceite esencial, porque no es conveniente que entre en contacto directo con la piel, ya que puede causar irritaciones) puede rociarse sobre la piel o la ropa o usarse en velas para encender al aire libre. Muchos otros extractos de plantas son repelentes eficaces, por ejemplo, el geranio, la hierba para, la lavanda...

En este enlace pueden encontrar una tabla con las hierbas repelentes y el tiempo de protección que ofrecen en función de la concentración de la sustancia. Como van a ver más adelante, combinarlos con extracto de vainilla aumenta la eficacia del producto.

2. COBRE EN PORTAMACETAS

Si el agua se acumula en lugares que no es posible limpiar de manera periódica, como portamacetas o canaletas, puedes usar cobre para evitar que los mosquitos se multipliquen.

Basta con introducir un pequeño trozo de cobre, o una moneda de un peso, donde se acumula el agua.

De esta manera, gracias al efecto del metal, el ambiente líquido dejará de ser atractivo para el insecto. Deja de funcionar si el metal se oxida.

3. EL CAFÉ EN LA TIERRA DE LAS PLANTAS

Mi nonna, que es la experta en jardinería de la familia, siempre sostuvo que poner restos de café en las macetas de las ventanas y balcones ahuyenta a los mosquitos.

En mi familia seguimos este método porque siempre nos pareció efectivo.

De hecho, numerosos estudios científicos demostraron que la cafeína daña el ciclo reproductivo de los mosquitos. En los últimos años, se han estudiado los efectos de los restos y de los granos de café en particular, para utilizar los residuos derivados del consumo de café en el control de enfermedades transmitidas por mosquitos, con buenos resultados.

4. QUEMAR EUCALIPTO

Mi nonno, en cambio, quemaba hojas de eucalipto al aire libre. A veces hacía tanto humo que en su afán por ahuyentar a los mosquitos lograba hacer desaparecer a casi todos los seres vivos que había en el jardín…

Las hojas de eucalipto contienen sustancias fungicidas, antibióticas y tóxicas para los insectos, que protegen al árbol de agentes externos. Al quemarlo, estas sustancias se dispersan en el aire y ahuyentan a los mosquitos, aunque el efecto no es duradero.

Un estudio realizado en 2021 por el Conicet demostró que es posible utilizarlo para eliminar las larvas de mosquitos, evitando el uso de otros químicos más dañinos para el medio ambiente, y un estudio iraní comparó los efectos de diferentes aceites esenciales, incluido el eucalipto, que en las pruebas evitó que el 77% de los mosquitos se posaran sobre la piel.

5. VESTIRSE DE BLANCO

Los colores de la ropa tienen cierta influencia sobre los mosquitos. Un estudio de 2022 demostró que, además de sentirse atraídos por la temperatura corporal y las concentraciones de dióxido de carbono, prefieren ciertos colores sobre otros.

Especialmente los Aedes, la especie portadora de enfermedades, se sienten más atraídos por los colores oscuros, especialmente el negro y el rojo, los colores en la gama naranja y los patrones de alto contraste de los colores sólidos.

Muchos otros estudios se habían llevado a cabo en el pasado con conclusiones similares (Brett 1938, Brown 1951, 1954, 1955 y Gjullin 1947).

Por lo tanto, si te vestís de blanco o con colores sólidos neutros, atraés menos a los mosquitos.

6. COMER AJO Y CEBOLLA

La cebolla tiene efectos calmantes sobre las picaduras -al igual que la manzanilla- y evita la picazón.

Muchos sostienen que comer ajo o cebolla es útil para no sufrir picaduras. Distintos estudios demostraron efectos repelentes, pero no fueron realizados sobre personas que consumen de manera regular grandes cantidades de estos productos.

Sin embargo, se ha demostrado que los mosquitos también eligen a sus víctimas gracias a su sentido del olfato, prefiriendo a los humanos antes que los animales.

Por eso es bastante realista pensar que algunos alimentos pueden cambiar el olor del cuerpo y confundir a los insectos. Y es también realista pensar que no solo los mosquitos quieran permanecer lejos…

7. VAINILLA

Siguiendo esta misma lógica, tiene sentido pensar que cualquier olor lo suficientemente fuerte como para cubrir el aroma corporal ayudará a evitar algunas picaduras de mosquitos. Aunque es mejor oler a flores que a cebolla.

Sin embargo, muchos olores tienen el efecto contrario y atraen más a los insectos. Algunos estudios también han demostrado que un mismo aroma puede tener diferentes efectos dependiendo de cómo reaccione al olor propio de cada persona.

Los experimentos con extracto natural de vainilla demostraron cierta eficacia de la sustancia (pero cuidado con el extracto artificial, que puede contener sustancias que atraen a los mosquitos). Sobre todo, se comprobó el efecto fijador de la vainilla prolonga los beneficios de otros repelentes.

8. USAR ACEITE DE COCO EN LA PIEL

Todos tenemos una tía naturista que usa el aceite de coco para casi todo. En la cocina, para la piel, el cabello… y quizás también para evitar los mosquitos.

Siguiendo la lógica de cubrir el olor humano, el aceite de coco parece tener buenas chances como repelente, entre otras virtudes.

Un estudio internacional del 2018 le dio la razón a las tías naturistas y en efecto los ácidos grasos del aceite de coco son muy eficaces contra todo tipo de insectos “chupa sangre”, demostrando en algunos casos un efecto residual aún más fuerte que el DEET.

9. VINAGRE

El vinagre siempre fue el método preferido de la nonna para desinfectar y repeler insectos en la cocina. Su fuerte acidez también ahuyenta a los mosquitos, pero se evapora rápidamente, por lo que no tiene un efecto prolongado.

Cuando se combina con extracto natural de vainilla, las propiedades de ambos se combinan en un repelente que es bastante efectivo y duradero, pero no superior a los productos comerciales a base de DEET.

Sin embargo, es muy útil para eliminar larvas en aguas estancadas, sin recurrir a sustancias tóxicas, como demuestra un estudio de la Universidad de Córdoba.

10. LOS PEQUEÑOS AMIGOS DEL JARDÍN

Mi nonno nunca nos dejaba matar arañas en el jardín y amaba a las lagartijas porque eran depredadores de los mosquitos.

Los ecosistemas tienen equilibrios complejos en los que cada eslabón de la cadena tiene una función.

Por este motivo, muchos animales que a veces parecen desagradables son una presencia importante en los hogares para ayudar a controlar las especies más invasoras y dañinas.

Las arañas, las lagartijas y los murciélagos se alimentan de mosquitos. En parques y jardines que cuentan con estanques se evita la proliferación de mosquitos con la presencia de peces, patos y libélulas que se alimentan de las larvas.