Por estatuto, desde 1998, es una asociación "genovesa-argentina". Es, para ser precisos, la Asociación Genovesa Argentina Carboneros Unidos (Agacu).
Pero la historia comienza mucho antes. En 1901, con una mutual y un sindicato de trabajadores del carbón.
En aquella época, era una combustible que formaba parte de la economía de la vida cotidiana de las familias: había una carbonería en cada esquina. Hoy se las puede encontrar principalmente en el barrio de Parque Patricios. Y es ahí donde se encuentra la Carbonería de la familia Rissetto, familia histórica de la asociación.
“Con la llegada del gas, la presencia de este tipo de negocios se redujo mucho –afirma el presidente de la institución, Sergio Brignardello–. Sin embargo, no están del todo extintos. Siguen abasteciendo principalmente a restaurantes y parrillas” (que, en la tierra del asado, nunca van a desaparecer).
“Mi padre era carbonero, fue vicepresidente de la asociación y yo, como hijo, me hice socio”, explica Sergio, que de joven ayudaba en el taller, pero hoy es contable.
“Papá siempre decía que ser carbonero era el trabajo más limpio del mundo, porque tenés que bañarte todos los días”, bromea.
La aventura argentina de la familia Brignardello comienza en el puerto de Génova de donde, a finales del siglo XIX, partió el abuelo de Sergio en busca de fortuna. Regresó en la década del ‘20.
“Mi padre, en cambio, emigró en los años ‘40 –recuerda Sergio–. Los tíos se habían quedado en Buenos Aires y tenían una carbonería en el barrio de San Cristóbal, donde papá empezó a trabajar".
Sergio también dio sus primeros pasos allí: “Hice entregas durante mucho tiempo y cuando me gradué de contador seguí ayudando con las cuentas y la administración”.
En 1901 la asociación se auto definía como "cosmopolita", pero en 1998 el entonces presidente Italo Garibaldi hizo modificar el estatuto para cambiar el nombre a "asociación genovesa-argentina".
¿Campanilismo italiano? (Es decir, aquella costumbre típicamente italiana de identificarse no tanto con la nación sino con su propia aldea de nacimiento) No exactamente. Más bien, una realidad.
“Casi todos venimos de la provincia de Génova, del Val Graveglia”, explica Sergio. Un valle que pertenece casi en su totalidad al municipio de Ne, la ciudad italiana con el nombre más corto, que fue el lugar de nacimiento de los padres de Giuseppe Garibaldi.
Tanto es así que el propio Italo Garibaldi, originario del lugar, insistió durante mucho tiempo ante las instituciones italianas para cambiar el nombre del Municipio a Ne Garibaldo Lamentablemente murió sin ver su sueño hecho realidad.
Foto2: Libros que recuerdan las raíces genovesas de la asociación y el vínculo con el país de origen de la familia de Giuseppe Garibaldi.
También el club Boca Juniors tiene orígenes “cien por ciento” genoveses. Y Sergio, que forma parte de la junta directiva del club -aunque como minoría- no puede dejar de notar esta afinidad.
En la década de 2000 la asociación entró en crisis. “Por falta de participación, no de fondos”, explica Sergio. Gracias a la impecable gestión de Carlota Scarone, que hoy tiene 97 años y fue presidenta entre 2011 y 2021, las cuentas fueron más que prósperas.
Sin embargo, hacen falta fuerzas e ideas jóvenes. “En 2020 fui secretario general y, con 60 años, el miembro más joven de la junta –dice Sergio–. La pandemia, en cierto sentido, jugó a nuestro favor".
¿La razón? Cuando tuvo que realizar una serie de trámites bancarios online, Brignardello pidió ayuda a su hijo mayor, Alessandro, de 31 años. Y el joven se involucró en la vida asociativa.
“Ordenamos la sede, en la calle Venezuela (en el barrio de Balvanera) –dice el presidente–. Como buenos ligures, somos acumuladores, hace años que no tiramos nada, ‘porque nunca se sabe cuándo nos vendrá bien’. Nos llevamos en tres camionetas con cosas rotas e inservibles que ni siquiera sabíamos que teníamos".
Con el dinero derivado de la buena gestión de la presidencia anterior reformaron el local, dotado también de una cancha de bochas, ya que la asociación está afiliada a la Asociación argentina de bochas. Se creó, además, un fondo de gastos de emergencia.
“Mientras tanto, gracias a mi primo Gustavo Codroipo empezamos a comunicar lo que hacemos a través de las redes sociales: un blog, Facebook, Instagram ... –dice Sergio–. Y pude llevar a cabo algo que quería hacer desde hacía mucho tiempo: crear un centro de documentación."
A pesar de que sus estudios universitarios y su profesión están vinculados a "números duros", el presidente tiene una verdadera pasión por la historia y la sociología. “Sólo así –concluye– se puede comprender lo que somos hoy y por qué nos convertimos en esto”.