BARILOCHE - Desde el día de Navidad, el parque nacional Nahuel Huapi enfrenta un incendio en la zona sur, específicamente en la Reserva Stretta, cerca del lago Los Manzanos, a unos 5 kilómetros del Lago Martín.

El fuego ha afectado un área de bosque húmedo de difícil acceso, complicando las operaciones de extinción. Ante esta emergencia, se han desplegado medios aéreos y terrestres para intentar contener la situación.

El 25 de diciembre, el Servicio nacional de manejo del fuego envió aviones hidrantes y un helicóptero para sobrevolar la zona y coordinar las operaciones de los bomberos. Además, el Comité de emergencia del parque nacional Nahuel Huapi (en conjunto con instituciones como la Dirección de lucha contra incendios forestales, Protección Civil de Bariloche y el Servicio de prevención y lucha contra incendios forestales) puso en marcha un plan operativo para enfrentar la emergencia.

Se pidió a la población que circule con precaución en la zona de Pampa del Toro y en la Ruta 40 Sur, debido a las operaciones aéreas en curso.

El 26 de diciembre, la situación se agravó por las condiciones meteorológicas: altas temperaturas y vientos más fuertes incrementaron la propagación de las llamas. El personal de línea fue retirado y las operaciones aéreas se suspendieron por razones de seguridad. A pesar de las dificultades, se instaló un campamento con 43 personas, lo que permitió continuar combatiendo el fuego durante toda la jornada.

Los bomberos de la provincia de Rio Negro trabajan en la zona desde el día de Navidad.

El 27 de diciembre, el incendio avanzó hacia la cabecera norte del Lago Martín, alcanzando una zona ya afectada por un incendio en 2022. Como medida preventiva, se cerraron senderos en las zonas sur y central del parque.

Con el transcurso de la semana, el incendio permaneció activo y las operaciones continuaron. Las lluvias del 30 de diciembre ayudaron a reducir parcialmente la actividad del fuego, pero no fueron suficientes. Ese día, helicópteros trasladaron a los bomberos hacia la cola del incendio, donde se encontraba el campamento, aunque las condiciones de viento dificultaron las operaciones aéreas. Además, se realizaron inspecciones técnicas en otras áreas cercanas al Lago Roca y la zona de El Manso.

Hasta la fecha, el incendio ha afectado más de 1.470 hectáreas, y los trabajos siguen siendo arduos debido a la complejidad del terreno y las condiciones meteorológicas variables. Las autoridades continúan coordinando esfuerzos con otras instituciones para contener el fuego y prevenir su expansión, garantizando siempre la seguridad del personal y de las comunidades cercanas.

A pesar de las dificultades de acceso debido a la topografía y la vegetación densa, se han intensificado los trabajos de extinción, con 46 bomberos trabajando en el lugar y realizando actividades de seguridad y control del incendio. La superficie afectada para ese momento era de aproximadamente 1.450 hectáreas.

En los días siguientes, el incendio siguió avanzando, y el personal fue retirado debido al humo, demasiado denso para sobrevolar el bosque. Sin embargo, el avance del fuego se mantuvo alejado de las zonas habitadas.

El sábado llegó a la ciudad un avión hidrante Boeing 737 Fireliner, enviado por el gobierno de Santiago del Estero, que realizó doce descargas de agua en seis vuelos. Este avión tiene una capacidad de 15.000 litros de agua, cinco veces más que un avión hidrante tradicional. Actualmente, solo existen tres de estos aviones en el mundo, y uno de ellos fue adquirido por la provincia de Santiago del Estero. Sin embargo, el avión dejó la zona y regresó a su provincia por motivos técnicos y de mantenimiento, aunque las autoridades indicaron que podría volver a operar en el área si se considera necesario.

La zona alcanzada por el incendio ocupa 1.470 hectarias en el parco nacional Nauel Huapi.  

Con el transcurso de la semana, el incendio se mantuvo activo y las operaciones continuaron. Las lluvias del 30 de diciembre ayudaron a reducir parcialmente la actividad del fuego, pero no fueron suficientes. Ese día, se utilizaron helicópteros para trasladar a los bomberos a la zona de la cola del incendio, donde se encontraba el campamento, aunque las condiciones de viento dificultaron las operaciones aéreas. Además, se realizaron inspecciones técnicas en otras áreas cercanas al Lago Roca y en la zona de El Manso.

Hasta la fecha, el incendio ha afectado más de 1.470 hectáreas, y el trabajo sigue siendo arduo debido a la complejidad del terreno y las condiciones meteorológicas variables. Las autoridades continúan coordinando esfuerzos con otras instituciones para contener el fuego y prevenir su expansión, garantizando siempre la seguridad de los equipos involucrados en las operaciones y de las comunidades cercanas.