BUENOS AIRES – Un recorrido que explora la intersección entre el arte y la acción política o, más específicamente, con la desobediencia. Eso es Disobedience Archive (Archivo de la Desobediencia), la muestra curada por el italiano Marco Scotini que puede ser visitada en el espacio Proa21, en el barrio de La Boca, hasta julio. Antes de llegar a Buenos Aires, formó parte de la Bienal de Venecia 2024.

Desobedecer puede significar muchas cosas: desde la sexualidad hasta el ambientalismo radical, desde las migraciones forzadas hasta la resistencia de comunidades originarias. Esos son los grandes temas abordados en los 36 videos (realizados entre 1999 y 2023) de artistas individuales y colectivos, organizados en tres etapas, cada una compuesta por 12 obras que se proyectan en loop en una pantalla distinta.

Creado en 2005 por Scotini, el Archivo de la Desobediencia es una plataforma en constante transformación, que se enriquece con nuevos materiales y funciona como un espacio de disputa, para “dar voz” a aquellas voces que suelen ser silenciadas por la censura o tapadas por el ruido de fondo.

En tanto archivo, invita a repensar cómo se organizan las memorias colectivas, la complejidad, la preservación del pasado, la interpretación del presente y la construcción del futuro.

Tan interesante como el contenido de las obras es el montaje de la exposición. Los videos se exhiben en pantallas montadas sobre vallas metálicas, de las mismas que se usan en las manifestaciones para bloquear el paso a las llamadas zonas rojas.

“La idea era tomar un ready made y darle un uso creativo opuesto al original”, explica Scotini, que vino a Buenos Aires para la inauguración el pasado 10 de mayo.

El curador Marco Scotini.

Los materiales seleccionados son muy diversos. “A la hora de elegir, priorizamos el criterio de experimentación –dice Scotini–, con la certeza de que lo estético no se puede separar de lo político”.

Las obras se agrupan en dos grandes categorías: performances y material fílmico. “Siempre hay una intervención en el espacio público, sea urbano o rural –aclara Scotini–. En algunos casos, la forma remite al documental clásico, pero la similitud es solo superficial. Porque acá no se trata de respetar un criterio de verdad, sino de construir un imaginario de rebeldía”. Un imaginario que es, al mismo tiempo, objeto y sujeto de la obra.

El antecedente directo del Archivo de la Desobediencia es la película Parco Lambro, de Alberto Grifi, de 1976. Cuando el director fue a filmar un recital en un parque de Milán para retratar la Woodstock italiana y terminó registrando la protesta de los jóvenes.

“Para el montaje de la muestra elegimos una estructura paratáctica –agrega Scotini–. Cada pantalla proyecta un único video, y para verlos todos el público tiene que desplazarse de un punto a otro. Es decir, lo opuesto al scroll infinito al que nos tiene acostumbrados el celular”.

La muestra se puede visitar de miércoles a domingo, de 12 a 19 h, en Av. Pedro de Mendoza 2073. Más info: www.proa.org