BOGOTÁ – Siete soldados del Ejército colombiano murieron y otros 31 resultaron heridos el jueves a raíz de un ataque con explosivos contra una base militar en el norte de Colombia. Así lo informó la Segunda División del Ejército, que precisó que el hecho ocurrió en el municipio de Aguachica, en el departamento del Cesar.
Según un comunicado oficial difundido por el Ejército en la plataforma X, el atentado tuvo como blanco la Base Militar N.º 27, perteneciente al Batallón de Infantería N.º 14. En un primer momento se había confirmado la muerte de seis jóvenes, pero en las horas siguientes las autoridades anunciaron una séptima víctima fatal.
Las autoridades colombianas atribuyeron el ataque al Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo armado designado como organización terrorista por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y por la Unión Europea. Así lo afirmó el comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, el almirante Francisco Hernando Cubides, en su cuenta oficial de X, señalando específicamente al Frente Camilo Torres Restrepo, una unidad guerrillera del propio ELN.
Los soldados fallecidos, todos muy jóvenes, fueron identificados como Jaime Alejandro Cárdenas Ramírez, Mateo Pino Pulgarín, Juan David Pérez Vides, Kevin Andrés Méndez Torres, Jhon Fredy Moreno Sierra, Brandon Daniel Valderrama Martínez y Jorge Mario Orozco Díaz. Los militares heridos fueron evacuados a centros de salud de la región, mientras unidades del Ejército iniciaron operativos para asegurar la zona.
Fue dura la reacción del ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, quien condenó el ataque y lo calificó como una grave amenaza para el país. “El terrorismo del cartel del ELN es una amenaza que debe ser completamente desmantelada. No hacerlo significa poner seriamente en riesgo a la población”, escribió en X, subrayando el uso de drones y artefactos explosivos contra una base militar.
El ministro explicó además que, si bien las fuerzas militares han “neutralizado cerca del 95% de los ataques con drones”, esta amenaza “creció de manera exponencial y a una velocidad muy elevada, poniendo en serio peligro la seguridad nacional”.
El ataque se da en el marco de un “paro armado” a nivel nacional declarado por el ELN, acompañado por acciones violentas contra infraestructuras y fuerzas de seguridad. La situación incrementó la tensión con el gobierno del presidente Gustavo Petro y profundizó la crisis del proceso de paz impulsado por su administración.