BUENOS AIRES – La sentencia se esperaba para hoy, 8 de octubre de 2025. Y así fue: Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte fueron condenados a 10 y 8 años de prisión, respectivamente, por el intento de asesinato de la exvicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre de 2022.
Los hechos se remontan a poco más de tres años atrás, frente al domicilio de la entonces vicepresidenta, mientras saludaba a militantes y simpatizantes.
Sabag Montiel, de nacionalidad brasileña pero residente en Buenos Aires, logró abrirse paso entre la multitud, se acercó a Cristina, sacó una pistola y disparó a pocos centímetros de su cabeza. Afortunadamente, el arma no se accionó: la bala no estaba colocada en la recámara.
Inmediatamente después del atentado, Sabag Montiel fue reducido por las personas presentes y entregado a la policía. Junto con él quedaron involucrados su pareja, Brenda Uliarte, y un tercer acusado, Nicolás Carrizo, señalado como supuesto líder del grupo conocido como *Los Copitos* y posible instigador del atentado, quien ahora fue absuelto.
Los Copitos era el nombre informal de un grupo de jóvenes vendedores ambulantes de la zona de Constitución, todos con vínculos con la extrema derecha y un fuerte resentimiento hacia la clase política argentina.
Durante el juicio, Sabag Montiel admitió que “quiso matar a Cristina”, acusándola de corrupción, aunque intentó desligar a Uliarte del plan.
La fiscalía y la querella habían pedido penas más severas: 15 años para Sabag Montiel y una cifra apenas menor para Uliarte, considerando agravantes como el uso de arma de fuego y la motivación política. Los abogados defensores, en cambio, sostuvieron que el atentado era “imposible de concretar” porque el arma no estaba lista para disparar, y pidieron la absolución.
Una de las zonas grises del proceso sigue siendo la posible existencia de instigadores, ya que el perfil de los ejecutores no parecía suficiente para organizar por sí solos un atentado, incluso motivados por odio político.
Los investigadores tampoco pudieron acceder al contenido del celular de Sabag Montiel, ya que el dispositivo resultó inutilizable tras haber sido dañado o bloqueado.
La jueza a cargo, María Eugenia Capuchetti, fue cuestionada e incluso desplazada por sectores cercanos a Cristina Kirchner, que la acusan de haber frenado la investigación sobre los posibles autores intelectuales.
Según el fallo, al que accedió Il Globo, Fernando Sabag Montiel fue condenado a 10 años de prisión por tentativa de homicidio agravado con arma de fuego. La pena se unificó con una condena previa (4 años por delitos vinculados a pornografía infantil), por lo que la condena total asciende a 14 años.
Brenda Uliarte, considerada “partícipe necesaria” del atentado, recibió una condena de 8 años de prisión.

Un fragmento del texto de la sentencia.
Nicolás Carrizo, señalado al comienzo como posible “ideólogo”, fue absuelto.
El tribunal también rechazó los pedidos de inimputabilidad por supuesta alteración momentánea de la capacidad mental para Sabag Montiel y Uliarte.
Cristina Kirchner manifestó una satisfacción parcial, al remarcar que la investigación “nunca llegó a los niveles más altos del plan criminal”, es decir, a los ideadores o instigadores. Persisten, sin duda, demasiadas sombras sobre el caso, especialmente en torno a Sabag Montiel, cuyo teléfono dañado impidió acceder a audios y mensajes que podrían haber sido pruebas decisivas.
Además, la jueza Capuchetti habría recibido presiones políticas durante el proceso, actualmente bajo revisión en un expediente interno.