BUENOS AIRES – Es la obra simbólica de la construcción de la nación argentina. Y fue escrita por dos italianos, Héctor Panizza (1875-1967, músico formado en el Conservatorio de Milán) y Luigi Illica (1857-1919, libretista de Verdi y Puccini, autor de la letra original italiana). Aurora regresa al Teatro Colón: cuatro funciones entre el 24 de septiembre y el 1 de octubre, que ya tienen entradas agotadas.

Un regreso a casa: fue en el Colón donde debutó Aurora en 1908, dirigida por el propio Panizza. Pasaron 25 años desde la última presentación, en 1999.

Aurora fue creada para celebrar los valores patrios y el nacimiento de Argentina con motivo del primer centenario de la Revolución de Mayo de 1810 -el primer paso que conduciría luego a la declaración de la Independencia de España, en 1816-. Fue encargado por el gobierno a Panizza, que entonces vivía en Milán, en 1905.

La historia se sitúa en 1810. Mariano, un ferviente patriota independentista, está enamorado de Aurora, hija de un leal a la Corona española. Los tres actos giran en torno al conflicto entre sentimientos e ideales políticos.

La muerte de Aurora, convertida finalmente a la causa de la independencia, es la metáfora de la necesidad de cortar por completo los vínculos con España y la potencia colonial para permitir el nacimiento de una nueva nación.

La obra tuvo tanto éxito que en 1942 fue traducida al español. Una versión muy criticada (para ese entonces Illica había muerto) porque era tan literal que contenía términos que no existían en español, tal era el deseo de permanecer lo más cercano posible al original.

El interior del teatro Colón.

El aria más famosa de la ópera se conoce como Canción a la bandera que, en la versión española, fue introducida en las escuelas y es cantada como canción patriótica con motivo de aniversarios históricos. También acompaña, de manera polémica, la escena final de la película Garage Olimpo de Mario Bechis, dedicada a los desaparecidos de la dictadura y los llamados “vuelos de la muerte” (donde prisioneros de centros clandestinos eran drogados y arrojados al mar desde aviones).

La producción que ayer debutó en el Colón cuenta con la dirección musical de Ulises Maino y la dirección de Betty Gambartes, con la orquesta permanente del Teatro Colón y el coro estable dirigido por Miguel Martínez. Intérpretes solistas, Daniela Tabernig, Fermín Prieto, Hernán Iturralde, Alejandro Spies, Santiago Martínez, Cristian Maldonado, Virginia Guevara y Claudio Rotela.