BARILOCHE (RÍO NEGRO) – El primer fin de semana fue un éxito y todo indica que también lo será el que viene.
Se trata de la 42° edición de la Fiesta de las Colectividades Europeo-argentinas de Bariloche (en la provincia de Río Negro, en el corazón de la Patagonia).
Se desarrolla durante dos fines de semana seguidos: el del 4 y 5 de noviembre y el del 11 y 12 de noviembre, entre las 12 y las 22 horas en la zona de la Rural, sobre la calle de acceso al aeropuerto.
La entrada cuesta 1.000 pesos y hay un servicio de transporte para quienes no quieran utilizar el auto.
El evento está dedicado sobre todo a las comunidades europeas, arraigadas desde hace más tiempo en territorio argentino: italianos, españoles, irlandeses, vascos, austriacos, suizos, daneses, alemanes, rusos, croatas y portugueses. Las distintas asociaciones están presentes con sus stands para dar a conocer la gastronomía (para Italia, tres tipos distintos de pizza y vino), la vestimenta y los productos típicos.
El stand italiano está a cargo de la Asociación Italiana de Bariloche. En el escenario se organizan grupos de baile y demostraciones de cocina organizadas por la Escuela de Hostelería local.
Italia estará representado por el grupo de danza Nuova Italia, que actuará a las 17:35 del sábado 11 y a las 19:05 del domingo 12.
Precisamente por tratarse de un evento colectivo, que habla del crisol cultural y lingüístico que compone la identidad argentina (a la que se suman las poblaciones nativas y afrodescendientes, muchas veces olvidadas y marginadas), vale la pena asistir a los distintos espectáculos para encontrar puntos en común y diferencias.
No hay que olvidar que de este conjunto de pasos y ritmos de diferentes países nació el tango, considerado en todo el mundo el símbolo de la cultura popular argentina (aunque en realidad se trata de un fenómeno rioplatense, difundido en Buenos Aires y Montevideo).
La presencia italiana en el festival es particularmente activa.
La Fiesta de las Colectividades nació en el invierno de 1978, como una iniciativa improvisada durante la tradicional Fiesta de la Nieve.
Algunos jóvenes representantes de comunidades europeas tuvieron la idea de situar un stand entre las "casas" alpinas, como las de las clásicas ferias navideñas del norte de Europa. Vestidos con trajes típicos, vendían alimentos y bebidas de sus países.
El éxito fue tal que al final del día los participantes (italianos, eslovenos, españoles, alemanes, suizos y franceses) fueron a celebrar y decidieron organizarse para ofrecer a la ciudad una fiesta de colectividades. Para eso eligieron el mes de noviembre, con el fin de aprovechar las temperaturas más cálidas y poder alargar las actividades y bailes hasta bien entrada la noche.