BUENOS AIRES - Hace 140 años que protegen a los vecinos del barrio. Se trata de los Bomberos Voluntarios de La Boca que celebraron su aniversario el pasado 2 de junio. Una fecha tan importante que merece una celebración oficial: de hecho fue elegida para celebrar el Día Nacional del Bombero Voluntario.
Los festejos tuvieron lugar el domingo por la mañana, en pleno La Boca, el barrio fundado por los genoveses, con un desfile de hombres, vehículos y camiones de bomberos frente al Riachuelo, que también es símbolo del antiguo puerto, incluso recordado en un tango (Niebla del Riachuelo, 1937).
Estuvieron presentes representantes de las instituciones de la ciudad y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
En Argentina la formación de un cuerpo oficial de bomberos se remonta a 1860. Pero el episodio vinculado al nacimiento de los voluntarios de Boca data de 1883, cuando se produjo un incendio en la tienda Corti y Riva del barrio (en aquel momento conformada de construcciones de madera), ubicado en la actual Avenida Almirante Brown. Las llamas no tardaron en extenderse a los edificios cercanos.
Todos miraban paralizados por el miedo a sus casas y a todas sus posesiones, cuando un joven inmigrante italiano incitó a los vecinos a organizarse para apagar el incendio. Con espíritu de líder formó en pocos minutos una cadena humana de mujeres y hombres que se pasaban de mano en mano cubos de agua, llenados en el Riachuelo.
Oreste Liberti se había convertido en un héroe y el barrio estaba a salvo.
Un año más tarde, en 1884, Oreste, junto a su padre Torquato, su hermano Attilio y un grupo de vecinos que se habían distinguido durante el incendio, decidieron organizarse y crear un cuerpo de voluntarios, vecinos del barrio y por lo tanto dispuestos a intervenir en caso de emergencia.
Siguiendo el ejemplo de los inmigrantes de La Boca, en los años siguientes surgieron otros grupos que hoy suman alrededor de mil en toda Argentina, con un total de alrededor de 40 mil voluntarios (mujeres y hombres) que mientras tanto se capacitaron y se profesionalizaron, sin perder su carácter solidario y voluntario. Hoy en día también se ocupan de la protección civil en un sentido amplio durante eventos y espectáculos públicos. Y en caso de emergencia, ellos mismos dicen, son “los primeros en llegar y los últimos en irse”.