CÓRDOBA – Una iniciativa para permitir que los jóvenes atletas italo-argentinos se formen en Italia. Ese es el objetivo del acuerdo firmado por el senador del MAIE Mario Borghese (elegido por la circunscripción sudamericana) y Víctor “Quito” Romero, padre del “Cuti”, integrante de la selección argentina de fútbol ganadora del Mundial de 2022.

El acuerdo se enmarca dentro de una serie de propuestas (entre ellas, un proyecto de ley) presentadas por el propio Borghese y su compañero de partido, el diputado Franco Tirelli, para promover la actividad física en las comunidades italianas en el exterior.

“Estamos involucrando también al Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI). En los próximos días me reuniré con el presidente Giovanni Malagò –explica Borghese–. Y podría estar interesado también Sport & Salute”, una entidad pública encargada de promover el deporte entre los jóvenes.

“Estos dos organismos tienen fondos específicos destinados a los intercambios –agrega. Sin financiamiento, incluso la mejor de las leyes queda en letra muerta”.

El sueño de Borghese es que los jóvenes atletas de origen italiano puedan participar en cursos en Italia dentro de los diferentes proyectos del CONI. “Pienso en todas las disciplinas, no solo en el fútbol –subraya el senador–. Y no solo a los italo-argentinos, sino a todos los jóvenes ítalo-descendientes de América Latina”.

Por eso se dirigió a Quito Romero, presidente de una asociación de deportes juveniles en la provincia de Córdoba, de donde también es originario el senador. El Atlético Villa El Libertador es el típico club barrial, de barrio y popular, fundado por la familia Romero junto a otros exjugadores de fútbol para permitir el acceso al deporte de chicos de todas las clases sociales.

“Los Romero no solo son cordobeses, sino también italianos –agrega Borghese–. El apellido completo es Romero-Marchisio”.

Sobre algo, el senador es categórico. “El objetivo es la formación, no seleccionar a los próximos campeones que jugarán en el Milan o la Juve –subraya–. No somos agentes y nuestro trabajo no consiste en colocar jugadores”.

Además, el acuerdo podría extenderse también a los entrenadores y presidentes de clubes y asociaciones.

“El CONI organiza un curso sobre organización de eventos deportivos –dice–. La experiencia italiana en este sentido alcanza niveles altísimos, solo hay que pensar en la gestión del Giro de Italia”. Una competencia ciclista que se convierte en una herramienta de promoción turística y marketing territorial, con una fórmula que podría transmitirse y replicarse también en Argentina como herramienta de desarrollo local.