CÓRDOBA – Los nuevos fondos para los consulados, el reconocimiento de los títulos de estudio de los docentes italianos y los obstáculos para la reconstrucción de la ciudadanía. Son algunos de los temas abordados en la entrevista de Il Globo Tv al senador Mario Borghese (MAIE), que fue elegido en la circunscripción sudamericana junto a los diputados Franco Tirelli (también del MAIE) y Fabio Porta (PD).
Se comienza con las buenas noticias: los 4 millones de euros asignados por la ley de presupuesto a los consulados.
“Es el resultado de un gran trabajo en equipo – dice Borghese –. La medida fue votada de manera bipartidista por todos los partidos, incluso los de la oposición”. Los fondos serán muy útiles para los consulados sudamericanos y australianos, que deben enfrentar una gran presión, entre solicitudes de ciudadanía y emisión de pasaportes. “Además, el dinero se distribuirá según la productividad, medida por el número de pasaportes emitidos”.
Como representantes de los italianos en América del Sur, son justamente Borghese, Tirelli y Porta quienes reciben cada día mensajes de protesta y solicitudes de ayuda.
“En este sentido –dice Borghese– cada consulado tiene un libro de reclamos a disposición de los usuarios. En caso de un mal servicio, pidan que se registre, para que quede un rastro documentado del problema”.
Segunda buena noticia, el trabajo realizado por Borghese y Tirelli para una cooperación deportiva entre Italia y Argentina, con la posible vuelta de los Juegos de la Juventud. “Los recuerdo como una gran experiencia, cuando yo iba a la escuela todavía existían”, cuenta Borghese.
Un aspecto muy importante son las políticas para la difusión de la lengua y cultura italianas. “Hace falta una política más agresiva, como la francesa o la alemana”, afirma el senador.
La única forma de difundir un idioma es hablarlo, y para hablarlo hace falta alguien que lo enseñe. Pero en Argentina, paradójicamente, no existe un reconocimiento recíproco de los títulos de estudio. Así, los docentes nativos con título universitario italiano y el diploma Ditals o Cedils (reconocidos a nivel europeo para la enseñanza del italiano a extranjeros) no pueden enseñar la materia en las escuelas argentinas.
“En este sentido, justo hoy hemos cerrado un acuerdo con el Ministerio de Educación de Córdoba, que reconocerá el título de los docentes italianos, después de un breve curso integrativo de un año – anuncia Borghese –. Hay que hacerlo rápido y resolver el problema en todo el territorio argentino: demasiados docentes se alejan de la enseñanza y se reciclan como traductores de documentos para quienes piden la ciudadanía. Un derroche inaceptable de talento”.
El senador también habla de la situación de las escuelas privadas italianas en Argentina. “Su número aumenta, pero no así los fondos –dice–. Así que a cada escuela llegan cada vez menos recursos. Sobre este punto he presentado una interpelación parlamentaria”.
Finalmente, los puntos dolorosos, es decir, la práctica de la ciudadanía, que desde hace algún tiempo parece haberse transformado en una carrera de obstáculos. El aumento del aporte unificado para quienes recurren a la vía judicial. La interpretación según la cual se interrumpe la cadena del ius sanguinis para los hijos (menores en el momento de los hechos) de ciudadanos masculinos que renunciaban a la ciudadanía italiana para naturalizarse en el país al que se habían trasladado.
“Como Maie somos inflexibles en el respeto al ius sanguinis –explica Borghese–. Pero si se quiere reformar la ley, que se haga por la vía correcta, con una discusión parlamentaria. Y no a través de circulares”.