BUENOS AIRES - La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, expresó su preocupación sobre la participación de la selección juvenil de fútbol en la Copa Sudamericana Sub-20, que comenzará el 23 de enero en Venezuela. 

En una entrevista con CNN Radio, afirmó: “Argentina no enviará a chicos que puedan ser secuestrados. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) tendrá que reconsiderarlo o cambiar la sede”.

Bullrich comparó el riesgo que podrían enfrentar los jugadores con el caso de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre. “¿Qué diferencia puede haber entre tener detenido a un jugador de fútbol, que puede ser muy importante, y a un gendarme?”, se preguntó.

La ministra subrayó la incertidumbre sobre la situación en Venezuela: “Después de lo que nos pasó, no sabemos qué podría ocurrir”. Consideró que cambiar la sede del torneo es una medida necesaria y afirmó que los jugadores podrían ser acusados “de cualquier cosa”, lo que aumentaría el riesgo de enviarlos a Venezuela.

“Podrían acusarlos de cualquier cosa: (El gobierno venezolano podría decir) 'Argentina mandó a un jugador que fue policía', y entonces lo detienen. Es un riesgo”, agregó.

Bullrich también mencionó que es necesario esperar para ver cómo se desarrollan los hechos tras el inicio del nuevo mandato presidencial en Venezuela el 10 de enero. González Urrutia tiene previsto ingresar al país para asumir la presidencia, que, según el gobierno venezolano, corresponde a Nicolás Maduro, quien habría ganado las últimas elecciones presidenciales.

El torneo Sudamericano Sub-20 se llevará a cabo en Venezuela entre el 23 de enero y el 16 de febrero, con la participación de los 10 países miembros de Conmebol: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Chile, Perú y Venezuela. De allí saldrán los cuatro clasificados para la Copa del Mundo.