CÓRDOBA – Cualquiera que conozca Italia lo sabe. En las plazas principales de las ciudades de provincia hay presencias permanentes: el la sede de la municipalidad, la iglesia y el Caffè del Popolo, con una pérgola y mesas al aire libre, una variedad de croissants y cosas dulces en el mostrador y el inevitable café expreso en sus innumerables variacione, desde el ristretto en adelante.

Ahora, el Caffé del Popolo también está en Córdoba, y se hizo famoso por ser "el bar más pequeño del mundo".

Los propietarios son dos empresarios experimentados en el sector gastronómico: Ramiro Traverssa, abogado de formación pero ahora totalmente dedicado al mundo de los bares y restaurantes, y su mujer Lorena Alberetto.

El apellido Traverssa, con doble S, no es un error tipográfico, pero probablemente se debe a un error del funcionario de inmigración al registrar al bisabuelo Gino Traversa (con una sola S), piamontés de nacimiento, cuando llegó a Buenos Aires. 

“Tanto es así que intenté reconstruir la genealogía para solicitar la ciudadanía –recuerda Ramiro– y me encontré con el problema de que los documentos no coincidían. Al final opté por obtenerlo a través de mi mujer, que también es italiana”.

¿De dónde surgió la idea del local?

“La inspiración para el formato, de hecho, nos llegó en Italia. Ahí hay pequeños bares donde se puede tomar un café al volo, sin tener que sentarse en una mesa –explica Ramiro- .El nombre, en cambio, deriva de la Piazza del Popolo, en Roma". Famosa por el Obelisco, las dos iglesias gemelas, la basílica de Santa María del Popolo, con las pinturas de Caravaggio en la Capilla Chigi, en cuya construcción colaboró ​​Lorenzo Bernini.

El Caffè del Popolo de Córdoba está en Avenida Yrigoyen 398. “Cerca de la zona turística y de la ciudad universitaria, llena de oficinas privadas y administración pública”, explica Ramiro.

En el lugar había una pequeña habitación vacía de cuatro metros cuadrados, en la planta baja de un edificio de 15 plantas, cuya existencia ya nadie recordaba.

“Se había convertido en un nido de palomas, en un vertedero de basura”, recuerda Traverssa, a quien se le ocurrió la idea de remodelar el lugar, aprovechando cada centímetro cuadrado y al mismo tiempo haciéndolo visible e icónico.

La estética minimalista es la base del proyecto (foto Caffè del Popolo).

El bar está construido en tres niveles: en la planta baja el área de trabajo, el área de acceso al público y las heladeras, en el primer piso el baño para los empleados y en el segundo un pequeño almacén.

“Todo es un homenaje a Italia –afirma con orgullo Traverssa–. La carta utiliza definiciones italianas: espresso, ristretto, macchiato, latte... El tueste lo hacemos nosotros mismos, con café de finjas seleccionadas. Pasamos la Radio DJ, muy escuchada por los jóvenes en Italia, que emite música durante todo el día en italiano, alternando con programas de actualidad y entretenimiento".

El diseño es esencial y minimalista y al mismo tiempo innovador, tanto que las fotos del bar viajaron por todo el mundo y fueron publicadas en webs y revistas de arquitectura.   

Una imagen que da muestra de la funcionalidad (foto Caffè del Popolo).

“Queremos que el cliente viva una experiencia italiana y no venga a nosotros sólo a comprar un café como si fuera uno más”, añade el propietario.

La idea resultó ganadora (el lugar está abierto 18 horas al día, todos los días), también gracias a la situación post-pandemia, en la que la costumbre de no parar mucho tiempo en la barra, sentados a la mesa, sino de consumir en el mostrador o cerca.

Tanto es así que Ramiro y Lorena están recibiendo solicitudes para abrir sucursales en otros países de Latinoamérica. “La ventaja, para un joven emprendedor, es que la inversión inicial no es muy elevada, gracias al tamaño del lugar”, explica el propietario, que ya trabaja con su esposa en un proyecto de franquicia.