BUENOS AIRES – El 29 de septiembre va a ser domingo de campeonato. Pero no hablamos de fútbol. Vuelve a Buenos Aires el Campeonato Escuela Pizzaioli, organizado por la escuela del mismo nombre para promover y valorizar la auténtica pizza italiana y, en particular, la pizza napolitana.

Tendrá lugar los días 28 y 29 de septiembre en el stand italiano de la FIT, la Feria Internacional del Turismo en América Latina, que se desarrollará en la sede de La Rural, del 28 de septiembre al 1 de octubre.  

El acontecimiento fue presentado en conferencia de prensa en el Consulado por el organizador, Juan Pablo Padrevita, patron de la Scuola Pizzaioli y de la cadena de pizzerías Nuvola, y el propio Cónsul General, Carmelo Barbera.

“Este evento logra tres objetivos simultáneamente –explica Barbera–. Promover la identidad de la cocina italiana y la pizza napolitana, que entre otras cosas forma parte del patrimonio de la UNESCO. Promover la salubridad de las materias primas de calidad. Y, por último, promocionar el Made in Italy”.

Juan Pablo Padrevita está radiante. El campeonato ha llegado a su cuarta edición, pero su historia comienza mucho antes, con la labor “evangelizadora” llevada a cabo por la Scuola Pizzaioli y por Nuvola, para permitir que la pizza napolitana se imponga en Argentina, donde históricamente siempre ha sido discriminada, al ser percibida como “pobre” y mal condimentada en comparación con la versión local, que tiene una pasta más dura y espesa, junto a una abundante cantidad de queso.

En definitiva, la pizza napolitana no gozaba del prestigio que en Argentina se le da a todo producto que se relaciona, aunque sea vagamente, con Italia.

“Era incluso despreciada –recuerda Padrevita–. Y a nosotros, que queríamos producirla y darla a conocer, nos costó incluso conseguir los ingredientes: mozzarella fiordilatte, harina italiana, tomates sanmarzano, aceite de oliva virgen extra. Hay que importarlos de Italia, al igual que los hornos”.

Hoy estos productos de calidad también se pueden encontrar en Buenos Aires: en resumen, la pizza napolitana ha puesto en marcha un círculo virtuoso, alimentando una cadena de suministro y una industria que, hasta entonces, había sido marginal y de nicho.

Fue una tenaz guerra de posiciones, compuesta por presentaciones en pizzerías, talleres, clases en horario de cierre... Hasta la creación de la escuela, para ofrecer cursos estructurados. “El campeonato nació hace cuatro años para valorizar a nuestros alumnos que, cuando empezamos, estaban realmente solos”, explica Padrevita.

Hoy existen más de cien pizzerías napolitanas en la Argentina y 350 en toda Sudamérica. En seis años de escuela se han formado 3.500 pizzeros sólo en Buenos Aires, pero se organizan cursos intensivos en otras provincias y en el exterior (en Uruguay y Canadá), clases magistrales y cursos online.

Una hiperactividad sobre la que habían advertido a Padrevita: “Nos decían que estábamos creando nuestros propios competidores, sin entender que el nuestro era un trabajo cultural”.

El campeonato incluye varias categorías, entre ellas pizza napolitana stg (Specialità Tradizionale Garantita, la marca de identificación otorgada por la Unión Europea para certificar la calidad de ciertos productos alimenticios), pizza contemporánea, pizza romana, pizza gourmet (con aderezos imaginativos), sin gluten, pizza dúo (novedad en esta edición, que enfrenta a parejas conformadas por un pizzero y un chef encargado de los aderezos)... Junto a estas categorías están las categorías de “habilidad”, que no incluyen la calidad alimenticia: el más rápido, el más largo, el estilo libre (acrobático).

También se ofrecerán clases gratuitas de pizza napolitana y romana y el taller infantil “Piccoli Pizzaioli” (sábado a las 16).

El vencedor absoluto se clasificará para la edición 2025 del Campeonato Mundial, que se desarrollará en Italia, y tendrá cubiertos sus gastos de viaje, alimentación y alojamiento.

El evento se combina idealmente con el Festival de Raíces Italianas, que se realizará el 29 de septiembre en la Plaza República del Uruguay. “Y anticipa la Semana de la cocina italiana en el mundo, del 16 al 22 de noviembre –concluye el cónsul Barbera–. También apoya la candidatura de la cocina italiana como patrimonio mundial de la UNESCO”.

La pizza napolitana ya forma parte de ese acerbo. Pero la variedad y riqueza de nuestra cocina merecen un reconocimiento en su totalidad.