BUENOS AIRES – Lo que debía ser el tan esperado encuentro entre Mauro Icardi y sus hijas, después de más de dos meses de estar separados, se convirtió en un episodio dramático y violento en el lujoso edificio Château Libertador.

La noche del viernes estalló un conflicto que rápidamente escaló, en medio de gritos, llantos y una gran angustia dentro del departamento de su exesposa, Wanda Nara, con quien se casó en 2014 y de quien se separó el año pasado.

El conflicto comenzó cuando Icardi se presentó en la escuela de sus hijas para retirarlas y pasar 15 días con ellas, según lo dispuesto por el juez. Luego de largas negociaciones, se había llegado a un acuerdo en el que el futbolista tendría dos semanas con sus hijas para restablecer el vínculo afectivo.

Para evitar cualquier tipo de conflicto entre los ex cónyuges, Mauro debía recoger a las niñas directamente en la escuela y coordinar con el personal del establecimiento, mientras que la abuela se encargaría de llevar las mochilas de las niñas.

Según Nicolás Payarola, abogado de Wanda Nara, Icardi llegó molesto a la escuela al enterarse, minutos antes, de que la resolución judicial prohibía la presencia de Eugenia Suárez, su nueva pareja, durante este período de reencuentro familiar.

El abogado de Nara declaró que, aunque la jornada comenzó con buenas intenciones, el conflicto se reavivó rápidamente debido a que Icardi no respetó las disposiciones legales y a desacuerdos relacionados con las mascotas de sus hijas.

Icardi se negó a llevarse a los perritos y, decidido a solucionar la situación, llevó a las niñas de regreso al departamento de Wanda Nara. Una vez allí, las pequeñas subieron solas al departamento y luego se negaron a bajar nuevamente para irse con su padre.

El futbolista ingresó al edificio ignorando la orden judicial que le prohibía entrar a la vivienda de su exesposa, e intentó forzar a sus hijas a irse con él, lo que desató una escalada de tensión.

El abogado de Wanda Nara afirmó que ella intentó calmar a sus hijas, de ocho y nueve años, pero la situación se salió de control. En ese momento, la Policía de la Ciudad iintervino para evitar que el conflicto se agravara aún más.

Un video que comenzó a circular en internet mostró la gravedad del incidente y el caos que se desató dentro del edificio. Según Payarola, la rápida intervención de las fuerzas de seguridad fue clave para calmar la situación.

El abogado también destacó que, sin la prueba en video, la versión de los hechos podría haber sido distorsionada, haciendo referencia a otras denuncias previas de violencia física y verbal entre Icardi y Wanda Nara.

Tras la difusión de las imágenes, se supo que Mauro Icardi fue acusado de “conducta persecutoria agravada”. La fiscalía está evaluando la posibilidad de imponerle una prohibición de contacto con sus hijas y analiza los testimonios de las fuerzas de seguridad, el personal médico del SAME y otros testigos presentes en la escuela y en el Château Libertador.

Después del incidente, las abogadas de Mauro Icardi renunciaron a su defensa, argumentando que su comportamiento arruinó meses de trabajo para alcanzar un acuerdo que priorizara el bienestar psicológico de las niñas.