ROMA - “Estamos muy afectados. No tengo ningún tipo de comunicación con mi hijo desde hace dos meses, desde que lo llevaron”, explica Armanda, la madre del coolaborador de una ONG enfocada en discapacidad Alberto Trentini, desaparecido luego de ser arrestado en Venezuela el 15 de noviembre.
“Él ahora es rehén de ese país, pero no hizo nada malo. Hay que romper el silencio sobre este caso, tal vez la interpelación parlamentaria haya comenzado a mover las conciencias”, agrega la mujer.
Ayer se difundió un llamado al gobierno italiano por parte de la familia, que en una declaración junto a la abogada Alessandra Ballerini pide “realizar todos los esfuerzos diplomáticos posibles y necesarios, abriendo un diálogo constructivo con las instituciones venezolanas, para devolver a Alberto a casa y garantizar su integridad”.
Después de este llamado, publicado al mismo tiempo que la interpelación parlamentaria urgente presentada por algunos diputados de la oposición, el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, anunció en X que había convocado al encargado de negocios de Venezuela “para protestar enérgicamente por la falta de información sobre la detención del ciudadano italiano”.
El diplomático venezolano ya había sido llamado al Ministerio del Exterior italiano el 13 de diciembre, menos de un mes después del arresto de Trentini, para solicitar una intervención urgente y resolutiva sobre el caso, la cual no se concretó.
Además del caso del colaborador, Tajani afirmó haber protestado por “la expulsión de tres de nuestros diplomáticos de Caracas”, en referencia a la noticia de que el gobierno de Nicolás Maduro habría reducido a tres el número de diplomáticos que pueden ser acreditados en las embajadas de Francia, Italia y los Países Bajos, debido a la respuesta “hostil” de sus gobiernos ante su reelección para un tercer mandato.
El Ministerio del Exterior venezolano añadió que los diplomáticos necesitarían autorización por escrito para viajar más de 40 kilómetros desde la Plaza Bolívar, en el centro de Caracas.