BUENOS AIRES - Con la presencia de más de 1.300 invitados, la Embajada de Italia en Argentina celebró el viernes el 79° aniversario de la República Italiana -establecida luego de un referéndum que tuvo lugar el 2 de junio de 1946 y en el que las mujeres votaron por primera vez en la historia del país-, en un evento que combinó institucionalidad, música lírica y un fuerte espíritu de comunidad.
Autoridades nacionales y porteñas, figuras del mundo diplomático, cultural y empresarial, y representantes de la colectividad italiana se reunieron en los jardines de la sede diplomática para conmemorar una fecha clave para el pueblo italiano.
Entre las autoridades presentes se destacaron el canciller Gerardo Werthein; los ministros de Defensa, Luis Petri, de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y de Salud, Mario Lugones, junto al secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli. También asistieron miembros del cuerpo diplomático, empresarios, periodistas, artistas y referentes de la comunidad italiana en Argentina.
En su discurso, el embajador Fabrizio Lucentini subrayó los profundos vínculos entre ambos países y se despidió con emoción de la colectividad, al tratarse de su última Festa della Repubblica en el cargo: “Italia siempre ha estado, está y siempre estará al lado de Argentina. Que esta jornada nos inspire a seguir fortaleciendo nuestra relación y a preservar los valores que nos unen”, expresó.
Lucentini, que dejará su cargo en los próximos meses, compartió que su paso por Argentina significó una transformación personal. Relató que al llegar conocía poco del país y de Buenos Aires, pero que con el tiempo aprendió de la colectividad local qué significa ser italiano fuera de Italia, al punto de considerar que en el exterior muchas veces se vive con más intensidad la italianidad que en la propia península. Aseguró sentirse profundamente italiano, pero también afirmó que Argentina es, pese a su partida, una segunda casa para él.

Fabrizio Lucentini durante su discurso.
También destacó que en el último año y medio, coincidente con el inicio del gobierno de Javier Milei, los gobiernos de Italia y Argentina atravesaron una etapa de mayor cercanía, que, en su opinión, consolidó aún más los vínculos bilaterales. Evitó pronunciarse sobre el inminente referéndum italiano, pero mantuvo un tono conciliador y de afecto hacia la comunidad.
En nombre del Cómites de Buenos Aires, su presidente, Darío Signorini, le entregó una placa en reconocimiento por su apoyo a las actividades del comité, en particular al Museo de la Inmigración Italiana. Además, destacó su compromiso con los derechos humanos, que se reflejó en la presencia de la madre de Plaza de Mayo Vera Jarach en la ceremonia.

Fabrizio Lucentini con la placa del Comites.
El segmento musical, como en años anteriores, fue uno de los momentos más destacados. La Orquesta del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, dirigida por el maestro Pablo Bocchimuzzi, interpretó los himnos nacionales de Argentina e Italia, junto a arias clásicas del repertorio operístico. El tenor Iván Vega y la soprano Tahyana Perret ofrecieron versiones de piezas emblemáticas como La donna è mobile de Verdi y Quando me’n vo’ de Puccini. A pedido del público, el espectáculo cerró con una interpretación emotiva de Va, pensiero, también de Verdi.

La Orquesta del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
La celebración contó con la participación de personalidades del espectáculo y la gastronomía, como Donato De Santis, Andrea Frigerio, Mike Amigorena y el periodista Marcelo Bonelli. Los chefs de BACI (Buenos Aires Chef Italiani) estuvieron a cargo del servicio gastronómico.
Una vez más, la realización del evento fue posible gracias al apoyo de empresas italianas con presencia en Argentina, entre ellas Alfa Romeo, Ducati, Ferrero, Fiat/Stellantis, Lavazza, Campari, Fratelli Branca y muchas más.
La Festa della Repubblica volvió a consolidarse como un momento de encuentro, memoria y proyección entre dos pueblos profundamente hermanados.