SALTA – Trece años de investigaciones y encubrimientos por un doble crimen que en su momento conmocionó a Argentina: el asesinato de Cassandre Bouvier (29 años en el momento de los hechos) y Houria Mounmi (24), dos turistas francesas asesinadas en la provincia de Salta en 2011.

Un inocente condenado a cadena perpetua, en el mejor de los casos por negligencia, en el peor porque fue utilizado como chivo expiatorio para proteger a culpables más poderosos. Para Santos Clemente Vera, la pesadilla terminó con el 2024, cuando se archivó definitivamente el procedimiento en su contra por el doble homicidio.

En realidad, Vera ya era un hombre libre desde finales de 2023, luego de que la Corte Suprema de Justicia revocara la condena a cadena perpetua.

Cassandre y Houria, ambas investigadoras universitarias, estaban en Argentina por razones académicas y decidieron tomarse unos días de vacaciones para visitar la zona de Salta, en el Noroeste montañoso del país.

Fueron encontradas asesinadas, con signos de violencia sexual, el 29 de julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo, 15 días después de haber desaparecido. Desde el principio las investigaciones fueron mal conducidas. En primer lugar, la escena del crimen, que fue contaminada inmediatamente después de localizar los dos cuerpos.

El ADN de Vera no fue encontrado en los cuerpos de las víctimas.

En cambio, se encontraron rastros de tres perfiles genéticos nunca identificados. Además, pericias que se contradecían entre sí, pruebas desaparecidas, presiones sobre el tribunal y el suicidio sospechoso de uno de los investigadores.

Son solo algunos de los aspectos que no encajaban en el caso. Y un condenado a cadena perpetua que gritaba desesperadamente su inocencia. Una inocencia en la que también había creído con fuerza Jean Michel Bouvier, el padre de Cassandre. Fue él quien se encargó de solicitar una revisión del proceso, que finalmente -tras años de estancamiento- se llevó a cabo.

Vera era un peón que trabajaba en la zona donde las dos mujeres habían desaparecido y por eso, durante la búsqueda, también se prestó a hacer de guía para la policía, ya que conocía bien el área y las búsquedas eran complicadas debido a la geografía y la vegetación.

Santos Clemente Vera había sido absuelto en primera instancia, pero esa sentencia fue revocada en apelación en 2016, con la condena a cadena perpetua, en un contexto de irregularidades y presiones por parte del tribunal de Salta, una provincia con alto índice de femicidios e impunidad.

El 7 de diciembre de 2023, la Corte Suprema, con el voto unánime de sus cuatro miembros (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti), revocó esa sentencia, a la luz de las citadas irregularidades y violaciones de los derechos de la defensa.

Vera salió de prisión a finales de 2023, pero recién ahora es que se archiva todo procedimiento en su contra. Una victoria a medias para un hombre que pasó años en prisión y que no pudo obtener una sentencia de absolución plena. Para algunos, un recurso utilizado para evitar una acción indemnizatoria de su parte.

Muchos esperan que su abogado presente un recurso, para obtener una sentencia que restablezca el honor del hombre, además de una adecuada reparación del daño. Y sobre todo, para permitir la reapertura del caso y hacer justicia con las víctimas.

Quien no se rinde es, una vez más, Jean Michel Bouvier, que elaboró una lista de 30 nombres de alto nivel -entre políticos, magistrados, policías y peritos forenses- que en estos años han trabajado para encubrir la verdad. Está dispuesto a denunciarlos ante la justicia argentina y la francesa.

Mientras tanto, los asesinos de Cassandre y Houria viven en la impunidad.