BUENOS AIRESMis 30 años con Clorindo es el título de una exposición fotográfica de Daniela Mac Adden dedicada a la obra del arquitecto Clorindo Testa, nacido en Benevento e hijo adoptivo de Argentina (a donde llegó con su familia cuando tenía pocos meses).

Está ubicado en la sala 13 del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), una elección no casual, dado que el propio Testa había trabajado en el diseño del edificio de 1979.

La exposición forma parte de las iniciativas organizadas por la Fundación Clorindo Testa por los cien años del nacimiento (en 1923) del arquitecto, exponente del brutalismo, basado en el uso del hormigón armado, de formas simples y grandes bloques.

A este estilo pertenecen, por ejemplo, edificios como la Biblioteca Nacional y el Banco Hipotecario (antes Banco de Londres) del microcentro, ambos en la Ciudad de Buenos Aires, que representan la historia de la arquitectura en Argentina.

El núcleo de la exposición, dividida en estaciones temáticas y no cronológicas, gira en torno a una serie de tomas tomadas por Daniela en el Banco Hipotecario.

“Imágenes que retratan el lugar como nunca ha sido fotografiado –afirma Oski Lorenti, curador de la exposición–. Daniela buscaba un efecto de 'edificio dormido', por eso pidió y consiguió fotografiarlo en un día feriado, cuando no había gente ni luces artificiales”.

No se trata, en definitiva, de las clásicas fotografías de una revista de arquitectura, que son poco didácticas y muy evocadoras.

Una foto del Banco Hipotecario, corazón de la exposición (foto: F. Capelli).

“Quería relatar treinta años de historia profesional y humana vividos con Clorindo –dice Daniela Mac Adden–. De hecho, comencé a tomar fotografías con él. Pero la exposición no es un recorrido cronológico, la memoria me guía”.

Lorenti se hace eco de ella: “El recuerdo  y el tiempo perdido. Casualmente, cuando ya se habían establecido el título y las fechas, encontramos una carta de Clorindo a Daniela con fecha del 11 de agosto de 1994. Exactamente treinta años antes del día en que cerrará nuestra exposición”.

La carta no solo está expuesta, protegida por una campana de cristal a modo de documento y recuerdo precioso, sino que también está reproducida en una pared de la sala.

Daniela Mac Adden frente a la reproducción de la carta de Testa (foto: F. Capelli).

El viaje culmina con un retrato fotográfico de Clorindo Testa. “Podríamos haber elegido una foto clara. En cambio, preferimos este, donde los rasgos faciales son confusos. Que logra captar su dáimon, como decían los antiguos griegos, su genio”.

La exposición estará abierta hasta el 11 de agosto. Información en el Centro Cultural de la Recoleta.