LA HABANA - El Gobierno de Cuba anunció la liberación de un grupo de prisioneros en respuesta a la reciente decisión de la administración del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, de sacar a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo.
La noticia generó grandes expectativas tanto dentro como fuera de la isla, con la promesa de excarcelar a más de 500 personas en el marco de un acuerdo en el que intervino el Vaticano.
El proceso de liberación comenzó este 15 de enero, con la excarcelación de varios manifestantes que fueron detenidos durante las protestas contra el gobierno del 11 de julio de 2021. Entre los primeros liberados se encuentran activistas, disidentes y ciudadanos que se unieron a las manifestaciones masivas que exigían mayores libertades y mejoras económicas en la isla.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que se trata de una “decisión unilateral y soberana” de su Gobierno y agradeció la colaboración del Vaticano.
El gobierno cubano aclaró que este gesto no constituye una amnistía ni un indulto. Se trata, en cambio, de una liberación condicional que depende de la conducta de los excarcelados. Entre los beneficiarios figuran figuras destacadas como Reyna Yacnara Barreto, una joven de 24 años, y Lisdiany Rodríguez Isaac, quienes, tras cumplir una parte de sus penas, fueron liberadas bajo licencia extrapenal o libertad condicional.
Este anuncio se produce en un contexto complejo, marcado por las tensiones políticas y sociales dentro de Cuba, pero también por una importante decisión internacional. La retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo es vista como un paso hacia la normalización de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, aunque algunos analistas advierten que el nuevo gobierno de Donald Trump podría revertir esta medida.
La liberación de los presos fue llevada a cabo bajo la supervisión de la Iglesia Católica, cuyo papel en las negociaciones ha sido clave. Desde el Vaticano, el cardenal Pietro Parolin calificó la excarcelación como “un signo de gran esperanza” y destacó el valor de este gesto en el contexto del Año del Jubileo.
En Estados Unidos la decisión de Biden de retirar a Cuba de la lista de terrorismo fue sido recibida con cierto escepticismo por algunos sectores dentro de la política. El senador republicano Marco Rubio, crítico del régimen cubano, afirmó que Cuba aún cumple con los criterios para ser considerada un Estado patrocinador del terrorismo, y no descartó que la medida pueda ser revertida en el futuro.
A pesar de las tensiones políticas, el impacto de las liberaciones es palpable. Los familiares de los presos celebran con esperanza la noticia de la liberación de sus seres queridos, aunque también prevalece la incertidumbre. En la isla, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y otras organizaciones han seguido de cerca las liberaciones, insistiendo en que la excarcelación debe extenderse a todos los presos políticos y de conciencia, mientras que activistas continúan exigiendo reformas legales que garanticen mayores libertades para los ciudadanos cubanos.