BUENOS AIRES – No faltó nadie en la celebración que ofreció el embajador Fabrizio Lucentini para celebrar el 2 de junio. Desde personalidades del espectáculo -como el conductor y modelo Iván De Pineda, el actor Gabriel Corrado y el director Enrique Piñeyro- hasta representantes de la diplomacia internacional y la política argentina.

Como requiere un evento de este tipo, estuvieron presentes miembros de las embajadas de muchos países para rendir homenaje a Italia y degustar la cocina más amada del mundo.

Nadie puede ofrecer mejor ejemplo de auténtica cocina italiana, expresada en especialidades regionales, que los chefs del colectivo Cocineros Italianos de Buenos Aires (BACI).

En la cocina estuvieron no sólo Donato De Santis, sino otros nombres ilustres como Leonardo Fumarola, Roberto Ottini y Pedro Picciau (que vino especialmente para la ocasión desde Campana, donde dirige el famoso restaurante Italpast, siempre repleto de gente, cuyos clientes provienen de toda la provincia de Buenos Aires para comer sus especialidades). Pasta con anchoas, berenjena y tomate, con el típico toque sureño de alcaparras y pan rallado tostado, ñoquis con queso derretido al estilo norteño, ravioles gratinados.

Un precioso arreglo de alcauciles decoró la mesa donde Donato y compañía sirvieron los platos calientes. Al final de la jornada, se repartieron entre los presentes los mammole (nombre con el que se denominan en Italia a estos alcauciles, que son las primeras de la temporada) con consejos sobre cómo cocinarlas.

No podían faltar los aperitivos para transportarnos al verano italiano, un buen café Lavazza y los deliciosos postres de la pastelería Vespress. Sfogliatelle, zeppole y cannoli dieron el toque dulce a este gran festín para el paladar.

Además de la gastronomía, la comunidad italiana estuvo representada sobre todo por miembros de asociaciones y clubes, como el Circolo Italiano, donde el domingo por la tarde se celebró la fiesta del Consulado. 

Todas las generaciones han respondido al llamamiento: desde Vera Vigevani Jarach, que a sus 96 años sigue luchando por los derechos humanos en la asociación Madres de Plaza de Mayo – Línea fundadora, hasta nuevas incorporaciones como la joven Silvina Valoppi, vicepresidenta de Feditalia, la confederación que agrupa a las federaciones de asociaciones italianas.

La invitada de honor fue la directora Beatrice Venezi que dos días después se presentó en el Teatro Coliseo, junto a la Orquesta Académica del Teatro Colón, en un homenaje al compositor Giacomo Puccini, en el centenario de su muerte.

La Orquesta y los jóvenes solistas del Colón, después de cantar los himnos nacionales argentino e italiano, dieron una muestra del concierto del domingo, interpretando las arias  Babbino caro de la ópera Gianni Schicchi y Nessun dorma de Turandot (que Venezi dirige estos días en Colón). Y no podía faltar el gran final con Libiamo ne’ lieti calici de La Traviata de Giuseppe Verdi.

Durante toda la fiesta, el ambiente estuvo animado por los éxitos italianos de ochenta y los noventa, como Amore disperato de Nada y la muy popular Notti Magiche del Campeonato Mundial de Italia 90.

A la recepción también asistieron delegados de la Unión Europea de diferentes áreas y el embajador Amador Sánchez Rico. La delegación es muy activa en Argentina, tanto para políticas de desarrollo social local como para la apertura de nuevos canales comerciales con Europa.

Entre los miembros del gobierno argentino se destacó la presencia del exjefe de Gabinete Nicolás Posse, que había dejado el cargo días atrás, y quien lo reemplazó, Guillermo Francos. También asistió el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

Es imposible saber si, entre spritzes y platos de pasta, también se cocinaron acuerdos diplomáticos y tratados comerciales, pero lo cierto es que Italia destacó por su papel de anfitrión.