BUENOS AIRES - Del 6 al 10 de noviembre de 2024, Bolonia fue sede de EIMA, una de las ferias internacionales más importantes de la industria dedicada a las máquinas y tecnologías para la agricultura. Organizada por FederUnacoma, la Federación Nacional de Fabricantes de Maquinaria Agrícola de Italia, es un evento bienal fundamental para el sector.
En esta edición, la participación de Argentina fue especialmente significativa. Siete empresas participaron del evento, apoyadas por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas (CAFMA) y coordinadas por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.
Marco Stiuso, joven y emprendedor representante de CAFMA, jugó un papel crucial durante la feria. Participó en diversas actividades institucionales, apoyando a las empresas argentinas presentes.
“La industria italiana se destaca por la variedad de sus productos, con un enfoque especial en los componentes y los implementos”, comenta Marco, de vuelta en las oficinas de CAFMA en Buenos Aires.
No es casualidad que la feria se realice en Emilia Romaña, el corazón de la industria mecánica italiana, alternándose cada año con la sede de Hannover, en Alemania.
“En EIMA, no solo participan los comerciales de las empresas, sino también ingenieros y diseñadores. La feria representa una vitrina extraordinaria para entender las tendencias globales y encontrar nuevos proveedores y socios”, explica Marco.
Durante el evento, Stiuso desempeñó dos roles clave: por un lado, brindó apoyo logístico y comercial a las empresas argentinas, recibiendo delegaciones extranjeras y contando la historia y el valor de las compañías presentadas en el stand. Por otro lado, gestionó la agenda institucional, coordinando eventos y visitas oficiales, entre ellas la del embajador argentino en Italia y los representantes de Agrievolution (una alianza internacional de cámaras de la industria agrícola).
En el stand gestionado por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, con el apoyo de ExpoAgro y CAFMA, estuvieron presentes siete empresas. Cuatro de ellas tienen orígenes italianos: Mainero (de la familia Lambertini), Sestari (fundada por Nino Sestari), GiMetal (de la familia Giacomozzi) y Ombú (de la familia Castellani).
Por parte italiana, la agencia para la promoción de empresas italianas en el exterior (ICE) subsidia la participación de tres empresas que nunca han estado en EIMA. No solo cubre los costos de viaje, sino que también organiza una agenda de reuniones con posibles proveedores. “Es una herramienta importante de promoción para las empresas italianas, para que puedan crear nuevos vínculos comerciales con la industria argentina”, explica Marco Stiuso.
CAFMA tiene un papel fundamental en la selección de las empresas argentinas y, para romper el centralismo de la capital, propone una para Buenos Aires y Provincia, una para Córdoba y una para Santa Fe.
“En Argentina, la industria manufacturera está estudiando cómo hacerse competitiva frente a una posible apertura parcial o total del mercado”, explica Marco. Y agrega: “A menudo, la integración de componentes importados en el producto local puede marcar la diferencia en términos de costos, mejorando la calidad de la oferta”.
Es en este contexto que las empresas argentinas mostraron un gran interés en participar en la feria, ya que buscan nuevos proveedores e Italia se destaca por la calidad de sus componentes y su diseño.
No se trata solo de intercambios comerciales. Muchas empresas argentinas tienen acuerdos de transferencia tecnológica, como licencias de patentes o contratos de competencia técnica con grandes empresas italianas, como Maschio Gaspardo. Algunas diseñan sus propios productos en Argentina, pero los fabrican en Italia y luego los importan al país bajo su propia marca.
“Nos encontramos en un momento muy particular del sector: establecer alianzas estratégicas con empresas extranjeras es fundamental para superar la crisis”, declara el representante de CAFMA, quien en diciembre presentó el informe sobre la situación general de la industria agrícola.
En 2024, el sector registró una fuerte recesión y un excedente de inventario, con una leve recuperación hacia finales de año, debido al aumento de los costos de las materias primas y los suministros, los cambios en las asignaciones de subsidios estatales y el contexto geopolítico. Según los datos de CAFMA, a nivel global, las ventas de tractores cayeron un 15,6%, mientras que las de cosechadoras disminuyeron un 31,2%.
Según Marco, la política de restricciones propuesta por Trump tendrá un impacto significativo en 2025. “Países como China, que tienen un excedente en la producción y buscan vender sus productos de cualquier manera posible, incluso recurriendo al dumping, verán limitadas sus exportaciones hacia Estados Unidos, que representa una gran parte del mercado”.
Marco observa que, en el caso de las relaciones comerciales entre Italia y Argentina, la competencia no es particularmente intensa. Además de los componentes, los productos terminados italianos son principalmente maquinaria para la horticultura y la fruticultura. En Argentina, en cambio, donde la actividad agrícola se concentra en grandes extensiones de tierra, la industria se ha especializado en la producción de sembradoras.
En este contexto global, la presencia de Argentina en EIMA se enmarca en un panorama más amplio de colaboración internacional, como lo demuestra también el papel de CAFMA en Agrievolution, de la cual CAFMA es la única realidad latinoamericana en formar parte.
Durante la feria, se anunció el Agrievolution Buenos Aires Summit 2025, un evento que se llevará a cabo en Argentina y que involucrará a las principales instituciones del sector. Del 1 al 3 de septiembre, los principales actores del sector agrícola mundial se reunirán para discutir el futuro de la industria.
Entre las tendencias emergentes, Stiuso destacó la importancia de la robótica, las máquinas autónomas y la agricultura de precisión, que están en el centro de la transformación sostenible de la agricultura.
“En los próximos años, el mundo tendrá que enfrentar dos desafíos fundamentales: garantizar la seguridad alimentaria, asegurando comida y agua para una población en crecimiento, y salvaguardar el medio ambiente. Dos problemas que, aunque puedan parecer incompatibles, deben ser abordados de manera integrada”, afirma Marco.
Argentina tiene mucho para ofrecer en este campo, de esto Stiuso está seguro. “Contamos con dos sistemas capaces de enfrentar ambos desafíos que CAFMA se propone promover durante 2025”, dice.
Uno es el uso de los sacos de silo para los cereales. “Es impresionante la cantidad de granos que se pierde durante la carga y el transporte –explica Marco– un problema particularmente grave en los países más pobres”.
El otro aspecto tiene que ver con la siembra directa, una técnica de agricultura conservacionista que implica sembrar sobre suelo no arado y permite mejorar la calidad del suelo, con beneficios económicos y ecológicos.
“Hoy existen tecnologías integradas con inteligencia artificial, que permiten un control aún más preciso y una reducción significativa en el uso de herbicidas, aplicándolos solo donde son necesarios, gracias a sistemas inteligentes que distinguen las plantas invasoras de las cultivadas. Esto no solo hace que la agricultura sea más eficiente, sino que también permite proteger el medio ambiente”.
En los últimos treinta años, en Argentina comenzaron a ser cultivadas tierras que antes no se consideraban fértiles, duplicando así la extensión destinada a la agricultura y triplicando la producción. Este enfoque trajo consigo un aumento en el rendimiento por hectárea, sin dañar el suelo, un aspecto crucial para la sostenibilidad de la producción alimentaria, ya que la siembra directa contribuye a retener el carbono en el suelo.
Argentina está a punto de certificar su huella de carbono y está evaluando si el impacto de la industria agrícola local es neutro o si, en realidad, las emisiones son incluso negativas.
La participación en la feria fue una gran oportunidad para Argentina de expandir su red comercial, pero también de explorar nuevas soluciones tecnológicas que ayudarán al país a mantenerse competitivo en el futuro del sector agrícola global.