BUENOS AIRES – Con una concurrida ceremonia inaugural, en presencia de las principales autoridades italianas en Argentina, comenzó de manera oficial una nueva edición de la diplomatura en Estudios y Gestión de las Instituciones de la Colectividad Italiana en Argentina, organizada por el Centro Italoargentino de Altos Estudios (CIAAE) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Dirigida a jóvenes italoargentinos de todo el país, la diplomatura se desarrollará hasta diciembre en modalidad híbrida: clases presenciales en la Ciudad Buenos Aires y participación online en forma sincrónica para quienes residen en otros lugares del país, con el fin de garantizar un acceso federal a la formación.
El programa incluye cuatro módulos temáticos que abarcan desde la historia de la inmigración hasta la gastronomía italiana, pasando por deportes, cultura e instituciones, complementados con cuatro conferencias abiertas a cargo de referentes destacados de cada sector.
Como es tradición, los estudiantes deberán desarrollar un laboratorio final de proyectos destinados a tener aplicación concreta dentro de la red asociativa italiana en el país. Claudio Zin, presidente del CIAAE, explicó que el curso busca ser “un puente entre lo que fue y lo que será, para mantener vivo el asociacionismo”.
El recambio generacional en este tipo de organizaciones es considerado estratégico por la Embajada de Italia. Como destacó el embajador Fabrizio Lucentini, “el asociacionismo es el motor de nuestra comunidad, y debemos involucrar a los jóvenes para garantizar su continuidad”.
El embajador –en su última participación oficial en el CIAAE antes de su regreso a Italia previsto para el 10 de noviembre– recordó la importancia de esta red de personas comprometidas con la promoción de la cultura, que fortalece las relaciones bilaterales entre los países: “La comunidad italiana en Argentina fue el mayor apoyo en mi trabajo –subrayó–. Es un capital humano fundamental”.
Lucentini cerró su intervención agradeciendo a organizadores y alumnos por su entusiasta participación en la iniciativa. También este año, las solicitudes de inscripción fueron numerosas, con más de 500 candidatos.
Una novedad importante de esta edición es que, gracias al apoyo económico de la Embajada de Italia en Argentina, se implementará un programa de extensión universitaria que permitirá a los mejores estudiantes de cada circunscripción vivir en 2026 una experiencia formativa dentro de asociaciones italianas en el territorio, aplicando lo aprendido durante el curso.
Claudio Zin destacó la necesidad de potenciar el aspecto práctico del programa: “Las rotaciones en las instituciones serán verdaderas becas –explicó–. Les hablo también desde mi experiencia personal: participen en los círculos, en las asociaciones, en la cultura, no como un derecho adquirido, sino como una cuestión del alma. Uno puede ser italiano de pasaporte o de alma: yo espero que elijan ser italianos de alma”.
El cónsul Carmelo Barbera también se dirigió a los jóvenes: “¡Me lo tienen que prometer: lancen desafíos!”, fue su llamado, invitándolos a encarnar una ciudadanía activa. “Traigan nuevas propuestas, nuevas actividades, nuevos enfoques –agregó–. Este mundo debe renovarse para seguir siendo relevante en Argentina y su sensibilidad es fundamental”.