BUENOS AIRES – Un pequeño Fitito colorido, un gran amor por el helado y un proyecto que une tradición italiana con espíritu argentino: así nace La Ruta del Helado, la iniciativa de Starosta, una empresa especializada en la producción de materias primas de excelencia para heladerías y pastelerías artesanales.
Fitito es el apodo cariñoso que los argentinos dieron al mítico Fiat 600, que -como su “hermana” 500 en Italia- fue para muchos argentinos su primer auto. Símbolo de bienestar que empezaba a llegar a las clases populares, se convirtió en el vehículo más vendido de su época y un símbolo del progreso económico, indisolublemente legado a los orígenes italianos de muchas familias.
Ivo y Aldana Pregatti, los jóvenes emprendedores responsables del marketing y la comunicación de Starosta -empresa fundada por su padre Aldo-, decidieron restaurar uno de estos icónicos vehículos y transformarlo en un carrito de helados.
Una forma original de mostrar sus productos a los clientes en ferias gastronómicas y eventos corporativos. “Es un símbolo del vínculo de nuestra familia y de la tradición heladera con Italia”, explica Aldana. “Además, el auto funciona perfectamente”, nos aclara Ivo.

De izquierda a derecha: Ivo, Aldo y Aldana Pregatti en la última edición de Fithep.
El tour recorre varias provincias de Argentina con el objetivo de poner en valor el trabajo de los heladeros locales, difundir la cultura del helado artesanal y promover un tipo de innovación que respete esa tradición.
En cada parada, el Fitito Starosta llega cargado de sabores, sorpresas y pasión. Cada heladería participa a su manera: algunas ofrecen helados gratuitos, otras organizan degustaciones o invitan músicos para animar al público.
“Para nosotros, el helado es mucho más que un producto: es una cadena de personas, saberes y dedicación. Esta iniciativa es una forma de rendir homenaje a la comunidad y acercarnos a quienes realmente aman de veras el helado artesanal”, explican los dos jóvenes emprendedores.

El Fiat 600 visita las heladerías Cremona, Venecia y Helados Kelly.
El verano pasado, el tour incluyó varias heladerías de la costa atlántica, que recibieron la propuesta con entusiasmo. En Mar del Plata, Helados Kelly repartió cientos de vasitos a los transeúntes, mientras que Golden Cream convirtió la visita en una fiesta con música y premios. Alfonsina Helados presentó sabores originales, como ciruela y mandarina a la albahaca; y en Cremona Helados, en Santa Clara del Mar, se ofrecieron degustaciones al público durante la Fiesta de la Cerveza.
En la provincia de Santa Fe, junto al distribuidor de dulces Bracamonte, el Fitito hizo escala en Esperanza y San Jerónimo Norte. Las heladerías Dolce Vatita y Nuestros Sabores Helados ofrecieron demostraciones de elaboración de helado, con relatos apasionados y cientos de cucuruchos para los presentes. En Heladería Venecia, la música y la decoración crearon una atmósfera aún más festiva, con muchos niños haciendo fila para probar un sabor.
Del 9 al 12 de junio el tour llegará a la feria Fithep (Feria Internacional de Tecnologías para Helado y otras elaboraciones), en Córdoba, donde Starosta presentará una amplia selección de sabores: desde los clásicos de siempre -como la vainilla con yema de huevo (su especialidad), el chocolate supremo y la crema de limón- hasta los sabores italianos por excelencia como pistacho y gianduia de Turín, sin olvidar las últimas novedades: pamatis al pistacho, ovo king buono y el exótico chocolate Dubái.
Entre degustaciones, encuentros e intercambios sobre el futuro del sector, este evento será el punto culminante del tour, pero también el punto de partida para nuevas etapas.
El Fitito recién arranca, pero ya ha encendido una ola de entusiasmo que los hermanos Pregatti no quieren frenar. Starosta promete seguir recorriendo kilómetros, llevando el helado artesanal allí donde realmente se celebra: entre la gente. Porque, como dicen Aldana e Ivo, “la pasión, cuando se comparte, se vuelve aún más dulce”.