Mediante un comunicado, la familia de Sven-Goran Eriksson confirmó que el entrenador sueco murió este lunes. “Tras una larga enfermedad, SGE ha fallecido esta mañana en su casa rodeado de su familia”, escribieron y en cuestión de segundos la noticia se replicó en los principales portales deportivos.
“Svennis”, como se le conocía en su país, había revelado en enero pasado que padecía un cáncer de páncreas incurable. “En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos”, señaló en una entrevista. Eriksson había dejado el año pasado su cargo como director deportivo del modesto club sueco Karlstad, última etapa de una larga trayectoria que empezó en los 70’.
Tras ganar la liga y una Copa de la UEFA con el Gotemburgo, dio el salto al Benfica, con el que logró tres ligas y de ahí pasó a Italia, donde desarrolló la mayor parte de su carrera en clubes como el Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio, con el que obtuvo una liga, varias copas y otra UEFA.
Eriksson pasó también por el fútbol inglés (Manchester City, Leicester) y fue el primer técnico no británico que dirigió a la selección inglesa. También estuvo al frente de los conjuntos nacionales de México, Costa de Marfil y Filipinas, además de probar en las ligas china y tailandesa.
Desde que hizo pública su enfermedad, Eriksson recibió varios homenajes públicos, y uno de ellos fue cumplir el deseo de su vida cuando lideró a las Leyendas del Liverpool, mientras jugaban en un partido benéfico contra el Ajax en Anfield en marzo.