ROMA - El Gobierno de Italia concedió este lunes, con carácter urgente, la nacionalidad italiana a una bebé inglesa de ocho meses afectada por una patología mitocondrial considerada incurable para que reciba tratamiento en un hospital de Roma, ya que se le había negado esta posibilidad en el Reino Unido.

La decisión de la administración de la primera ministra Giorgia Meloni fue tomada para evitar que los médicos británicos la desconectaran y permitir su traslado a Roma, ya que el Tribunal Superior de Londres se negó a dar continuidad al tratamiento de soporte vital al que se la estaba sometiendo la niña, Indi Gregory, en el Queen Medical Centre de Nottingham.

"Dicen que no hay muchas esperanzas para la pequeña Indi, pero hasta el final haré lo que pueda para defender su vida. Y para defender el derecho de su mamá y su papá a hacer todo lo posible por ella", escribió Meloni en X, junta a una foto de la pequeña.

"De Italia llega un ejemplo de confianza y humanidad, estoy orgulloso de que mi hija sea italiana", expresó el padre Dean. Mientras tanto, a los abogados ingleses de la familia se les unió un abogado italiano, el exsenador de la Lega y activista provida Giuseppe Pillon, según él mismo comunicó. "Un enorme agradecimiento al gobierno y a todo el pueblo italiano en nombre de la familia de Indi Gregory", escribió Pillon.

Por su parte, el abogado de la familia, el exsenador de la Liga Simone Pillon, ha agradecido en su cuenta de X (antes Twitter) "al Gobierno italiano, a la primera ministra Giorgia Meloni y a todo el pueblo italiano" de parte de los familiares de la bebé de ocho meses y ha señalado que trabajarán para "eliminar todos los obstáculos y traerla pronto a Roma".

Los padres de la niña han apelado ante el Tribunal Superior de Londres para que se le permita llevarla a Italia para recibir tratamiento y por el momento se desconoce cuándo se pronunciará la Corte al respecto.

El costo del posible traslado de la menor a Roma correría a cargo de la familia, mientras que los gastos hospitalarios en el Hospital Bambino Gesù de Roma serían afrontados por el Estado italiano, según los medios locales.