Lo cita incluso un intelectual duro y puro como el director cinematográfico Nanni Moretti, que en la película Bianca (1984) consigue que su protagonista Michele Apicella calme su ansiedad gracias a un gigantesco tarro de Nutella.
El 5 de febrero se celebra el Día Mundial de la Nutella, la crema de chocolate y avellanas más famosa del mundo.
Nació en 1964, por lo que este año la celebración es doble.
No es cualquier aniversario, sino el número sesenta. Lo que significa que muchos de los niños que lo untaban sobre pan en la merienda (aunque lo más divertido fuera comérselo a cucharadas directamente del frasco) ahora son abuelos.
La bloguera gastronómica italoamericana Sara Rosso inventó el aniversario lanzándolo en las redes sociales con el hashtag #WorldNutellaDay.
A lo largo de los años, el producto supo renovarse y diferenciarse, transformándose en una auténtica marca: los snacks individuales Nutella B-ready, los Nutella Biscuits (que se vendieron literalmente como rosquillas inmediatamente después de su lanzamiento hace unos años), los Nutella Muffin y el Nutella Croissant.
Nanni Moretti en la memorable escena de la película Bianca.
En realidad, Pietro Ferrero, fundador de la industria de la confitería que también tiene una oficina en Argentina, ya en 1946 vendía barras de chocolate con leche y avellanas llamados Giandujot (como la máscara de Turín). La desventaja de estos productos era que se derretían con demasiada facilidad, por lo que decidió convertir el problema en un recurso.
Entonces Ferrero decidió transformarlos en una crema para untar, que entonces pasó a denominarse Supercrema Giandujot. Un nombre difícil de memorizar, hasta el punto de que en 1964 Michele Ferrero, hijo de Pietro, lo rebautizó Nutella, de nut (avellana en inglés) y el sufijo ella, pegadizo y "suave" en cualquier idioma.
Esto estuvo asociado a una estrategia de marketing: la gráfica del nombre, el empaque en potes de vidrio reciclable a modo de vasos, que se han convertido en objetos de colección. Y un eslogan que se ha vuelto proverbial: "qué mundo sería sin Nutella".