QUITO – La capital de Ecuador atraviesa la peor crisis hídrica de los últimos años debido a la rotura de una tubería del sistema Mica, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua de la ciudad.
El incidente fue provocado por un deslizamiento de tierra ocurrido la semana pasada y dejó sin agua potable a seis zonas del sur de Quito. Desde el miércoles pasado, los barrios de La Argelia, Quitumbe, Turubamba, Guamaní, La Ecuatoriana y Chillogallo se quedaron completamente sin suministro.
El intendente Pabel Muñoz señaló que el problema persistirá, al menos, hasta el fin de semana. En un video difundido el domingo, mostró la zona afectada y explicó que, a pesar de las bajas temperaturas, los trabajos continúan sin interrupciones, las 24 horas del día.
Según informó, ya se removieron 120.000 metros cúbicos de tierra de los 600.000 que provocaron el colapso. “Es la emergencia hídrica más grave que hemos tenido en los últimos 25 años”, aseguró Muñoz, y destacó que cerca del 13% de la población de Quito está afectada por la falta de agua.
El jueves se declaró el estado de emergencia en las zonas impactadas para activar un plan extraordinario de distribución. Actualmente, 60 camiones cisterna están transportando y entregando agua potable de forma gratuita a la población afectada.
Además, para garantizar el acceso a agua segura, se instalaron –en coordinación con la Cruz Roja Ecuatoriana– unidades potabilizadoras con capacidad para 3.000 litros, que permiten abastecer a miles de familias.
Las autoridades locales también reforzaron los controles para evitar abusos: la secretaria de Seguridad, Carolina Andrade, informó que patrullas de la Policía Nacional y agentes de Control Metropolitano fueron desplegados para impedir la venta de agua a precios especulativos.
La crisis generó también cuestionamientos a nivel nacional. El viernes, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica difundió un comunicado en el que acusó al municipio de no cumplir con los planes de emergencia y contingencia. El sábado, el intendente respondió: “Bienvenidas las llamadas si es para preguntarnos qué necesitamos, cuántos camiones, por ejemplo. Pero de su parte sólo llegan críticas. Yo estoy trabajando para la gente de Quito, no tengo tiempo para escucharlos”, dijo a la prensa.
De acuerdo con el municipio, las lluvias excepcionales registradas en los primeros días de julio —equivalentes al 91% del promedio mensual— saturaron el suelo en la zona de La Mica, lo que provocó el deslizamiento que dañó la tubería en un área montañosa de difícil acceso.