BUENOS AIRES – Desde 2002, EMPREAR apoya a las empresas argentinas y los proyectos de desarrollo local.

Se trata de una asociación no gubernamental sin fines de lucro, fundada por cuatro exdocentes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA, una universidad tecnológica privada de Buenos Aires) que buscaban una forma de defender a los profesionales y empresarios argentinos de la crisis que el país atravesaba en ese momento. Ingenieros y especialistas en sistemas que, de un momento al otro, se encontraron sin dinero y sin trabajo, después de haber sido las figuras profesionales más demandadas del mercado.

Hoy, a veinte años de distancia, esta situación parece repetirse. “Por eso, continuar apoyando a emprendedores y a pequeñas y medianas empresas en Argentina es fundamental”, explica Lisa Ocampo, directora ejecutiva de EMPREAR.

Graduada en Economía por la Universidad de La Plata, con un máster en Gestión de la Innovación en la Escuela Superior S. Anna de Pisa -un centro universitario de excelencia en el campo de la administración de empresas- Lisa trabajó muchos años en Italia para una consultora. Y trajo a la Argentina la experiencia adquirida, proponiéndose como un puente para las empresas que quieren acceder a los financiamientos de la Unión Europea en el marco de los programas dedicados a América Latina.

Lisa tiene orígenes italianos, más precisamente toscanos. Su madre llegó a Argentina cuando era niña. Su abuela, de apellido Vecchini, era de Ponte a Egola (Pisa). Su abuelo, Bertoncini, de Fucecchio, cerca de Florencia.

“Fui socia durante muchos años del Círculo Toscano de La Plata y pude estudiar en Italia gracias a una beca de la Región de Toscana” cuenta, orgullosa de sus raíces.

EMPREAR apoya a los nuevos emprendedores, pero también a los “intrapreneurs”, es decir, quienes quieren emprender un proyecto innovador dentro de una realidad ya existente. “Un ejemplo en este sentido, en Argentina, es Mercado Pago, que nace como la extensión financiera de la plataforma de ventas on line Mercado Libre”, aclara Ocampo.

¿Por qué es tan importante el acompañamiento que ofrece EMPREAR en la fase de despegue? “Siete de cada diez empresas mueren en los primeros tres años de vida”, explica Lisa. “Nosotros trabajamos para que esto no suceda”.

Lisa Ocampo tiene orígenes toscanos y estudió en Pisa.

En los primeros años, EMPREAR organizaba sus propios cursos de formación. “Ahora los ofrecemos a los gobiernos provinciales y municipales –aclara Ocampo– y creamos con ellos una propuesta a medida, que tenga en cuenta el tejido productivo local. Los actores con los que hacemos red son cinco: gobierno local, empresas, emprendedores, inversores y el ámbito académico”.

Se trabaja en dos niveles: primero, la motivación para crear una empresa. “Luego mostramos cómo acceder a los recursos y al financiamiento” –dice Ocampo–, “lamentablemente cada vez más escasos”.

EMPREAR ofrece varios programas, fundamentalmente repartidos en dos áreas: el desarrollo de nuevas empresas y el fortalecimiento de las PyMEs (pequeñas y medianas empresas) existentes.

“El 60% de los empleos en blanco, en Argentina, son generados por las 600 mil PyMEs del país”, afirma Lisa.

Los cursos de EMPREAR son gratuitos. “Nos financiamos gracias a patrocinadores, grandes empresas privadas que colaboran con nosotros de varias maneras –aclara la directora–. A menudo proporcionan mentores que acompañan a los jóvenes”.

En 2023 el programa apoyó a 170 emprendedores y a 25 PyMEs. “Este año el número se ha reducido y tenemos unos cincuenta inscriptos”, revela con un poco de amargura. Y confiesa un sueño: “En Rosario y en toda Santa Fe muchas PyMEs tienen origen italiano. Sin embargo, tenemos pocos contactos con ellas. Nos gustaría involucrarlas más”.