BUENOS AIRES – Para ellos, el ciclismo no es simplemente un deporte, sino una filosofía de vida.
Carlo Motta y Enzo Bernasconi, de la provincia de Milán, volaron a Argentina y, en un mes, hicieron un "viaje a pedales" por la legendaria ruta 40, que atraviesa todo el país desde el Norte hasta Tierra del Fuego.
“Somos parte de Bicipace, una organización que promueve el uso de la bicicleta en nombre de la paz y la solidaridad desde hace más de cuarenta años”, dice Carlo Motta.
La bicicleta es una forma de viajar lento, que obliga a estudiar el territorio, escuchar las señales del cuerpo y detenerse a descansar si hace falta. Y en esa lentitud ocurren encuentros inesperados, se entrelazan historias, se abren oportunidades.
Carlo y Enzo abandonaron Bariloche y cruzaron la espléndida "región de los lagos" para llegar a Mendoza, con sus más de mil bodegas, cuya historia se entrelaza con la de la migración italiana.
“De allí nos trasladamos hasta Puente del Inca y Paso de la Cumbre, en la frontera con Chile, donde se encuentra la estatua del Cristo Redentor de los Andes”, continúa Carlo.
Después de Mendoza, pusieron rumbo al este, con una parada en Alta Gracia, cerca de la ciudad de Córdoba, para visitar la casa-museo del Che Guevara, gran aficionado a viajar tanto en bicicleta como en moto. Luego una última parada en Rosario, para finalizar el viaje en Buenos Aires, desde donde partieron -hace algunos días- a Italia.
“En los últimos años, el objetivo de nuestros viajes, desde África a Asia, era recaudar fondos para una causa benéfica –explica Enzo Bernasconi–. Este año elegimos Argentina para seguir las huellas de los inmigrantes que partieron de la provincia de Milán, en particular de la zona donde vivimos, el municipio de Cuggiono".
Desde allí, entre 1880 y 1920, de los 30 mil habitantes de la zona, casi 12 mil cruzaron el Atlántico en busca de una vida mejor.
Por eso su viaje estuvo lleno de reuniones: con las asociaciones italianas y lombardas de las ciudades visitadas, asociaciones ciclistas, sindicatos, emisoras de radio locales.
“Sobre todo las radios comunitarias, gestionadas por cooperativas, asociaciones o sindicatos –afirma Motta–. Son emisoras que dan espacio a las voces populares y a las peticiones ciudadanas. Trajimos saludos y un pequeño obsequio, una mochila, de Radio Popolare". Radio histórica milanesa, nacida en los años 70 a raíz de las radios libres de la época.

Las bicicletas que utilizan Carlo y Enzo tienen el cuadro de madera.
En Lanús, en el sur del conurbano bonaerense, visitaron el centro gestionado por la asociación Pupi, que ofrece alimentación, recreación y actividades extraescolares a más de 200 niños que se encuentran en situaciones desfavorables, en colaboración con Intercampus una (asociación sin fines de lucro del Inter).
“Tuvimos que renunciar a la bicicleta en algunos tramos por razones de seguridad –afirma Bernasconi–. Los caminos no siempre eran aptas para dos ruedas. Los camiones pasaban a nuestro lado, sentíamos el movimiento del aire".
En una era en la que los cuadros de las bicicletas se construyen con fibra de carbono y titanio, Carlo y Enzo han tomado otra decisión que va contra la corriente.
“Para este viaje utilizamos dos bicicletas con cuadro de madera, fabricadas por el artesano Roberto Olgiati de Parabiago, cerca de Milán –cuenta Carlo–. Nos pareció acertado hacerlo, en memoria de aquellos hombres y mujeres que llegaron a la Argentina en una época en la que aún no existían los materiales modernos ultraligeros".