ROMA – Con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones, la Cámara dio hoy la aprobación definitiva al decreto sobre ciudadanía. La medida, firmemente impulsada por el ministro de Relaciones Exteriores y líder de Forza Italia, Antonio Tajani, ahora es ley.

Se trata de una reforma importante que modifica el acceso a la ciudadanía italiana para los descendientes de italianos emigrados al extranjero, y que también introduce nuevas reglas para menores extranjeros y apátridas.

Entre los puntos centrales del decreto está el endurecimiento del “ius sanguinis”: a partir de ahora, la ciudadanía automática por descendencia se aplicará solo hasta la segunda generación y siempre que al menos uno de los padres o abuelos haya sido ciudadano italiano exclusivo al momento de su muerte o haya residido en Italia al menos dos años consecutivos antes del nacimiento del hijo. Además, no se reconocerá la ciudadanía a quienes hayan nacido en el extranjero y ya posean otra ciudadanía.

También cambian las reglas para los menores extranjeros o apátridas nacidos de al menos un progenitor ciudadano italiano. Podrán obtener la ciudadanía solo si hay una declaración explícita de voluntad por parte de los padres o del tutor, y deberán residir legal y de forma continua al menos dos años en Italia después de dicha declaración.

El decreto también interviene en el área migratoria vinculada al trabajo. Además de las cuotas anuales ya previstas, se permitirá el ingreso a Italia por trabajo en relación de dependencia también a los extranjeros residentes en el exterior que sean descendientes de italianos, siempre que sean ciudadanos de un país que haya tenido históricamente flujos migratorios hacia Italia. La lista de estos países será definida por un decreto del ministro de Relaciones Exteriores.

También se prevé la posibilidad de recuperar la ciudadanía italiana para quienes la hayan perdido al adoptar otra nacionalidad, pero solo si nacieron en Italia o residieron en el país al menos dos años consecutivos. Todo esto estará sujeto al pago de una contribución de 250 euros.