BUENOS AIRES - La jueza Julieta Makintach fue apartada del Tribunal Oral N.º 3 tras confirmarse su participación en un documental sobre el juicio. La fiscalía y varias partes pidieron nuevos jueces o directamente volver a foja cero. El proceso quedó envuelto en incertidumbre y tensión.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que había comenzado el pasado 11 de marzo en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro, quedó sumido en un escándalo tras la recusación de una de las juezas del tribunal, Julieta Makintach. La magistrada fue oficialmente apartada luego de que se confirmara su participación en un documental sobre el caso, lo que generó una fuerte reacción entre las partes.
El proyecto, titulado Justicia Divina, incluye escenas grabadas durante el desarrollo del juicio, una narración protagonizada por la propia jueza, y reconstrucciones del proceso judicial. Aunque ella alegó que se trataba de una entrevista privada sin fines comerciales, las imágenes difundidas, donde comentaba elementos de prueba, fueron consideradas incompatibles con su rol de magistrada. El juez Maximiliano Savarino, uno de sus colegas en el tribunal, calificó la situación como “sumamente grave”.
Tras la difusión de los videos durante la audiencia de este martes, el juicio fue suspendido por dos horas. Al regresar, se confirmó que Makintach ya no formaba parte del proceso, y se abrió el debate sobre cómo seguir adelante.
La Fiscalía pidió que se designe un nuevo tribunal, advirtiendo que cualquier continuidad con la actual integración podría derivar en futuras nulidades. Esta postura fue respaldada por la mayoría de los abogados querellantes, incluyendo a los representantes de Dalma y Giannina Maradona. El abogado Fernando Burlando fue tajante al calificar el episodio como “una vergüenza”.
Sin embargo, no hubo consenso total entre las defensas. Algunos abogados, como el defensor de la psiquiatra Agustina Cosachov y el representante del psicólogo Carlos Díaz, coincidieron en que se debería sumar un nuevo juez en reemplazo de Makintach, e incluso propusieron incorporar un cuarto magistrado para reforzar la imparcialidad. Otros, en cambio, plantearon la necesidad de reiniciar el juicio desde cero, al considerar que la participación previa de Makintach compromete todo lo actuado hasta ahora.
La situación plantea un escenario complejo: mientras algunos impulsan una reformulación del tribunal para salvar lo avanzado, otros consideran que el proceso ya está viciado de nulidad y exigen volver a foja cero. En cualquier caso, la continuidad del juicio dependerá de lo que decidan las autoridades judiciales en las próximas horas.