SANTA FE - Viajar al pasado para comprender el presente y proyectarnos hacia el futuro: ese es el lema de la Familia Piemontesa de Estación Clucellas (Santa Fe), un pueblo fundado hace 135 años, en 1888, gracias al ferrocarril.
La llegada del tren a la provincia de Santa Fe actuó como factor de desarrollo y dinamismo para la economía de la región y facilitó el comercio de cereales y ganado. Era normal que a lo largo de la vía férrea surgieran aglomerados destinados a convertirse en pueblos y ciudades.
“Ese también fue el caso de nuestra Estación Clucellas, que nació como un asentamiento espontáneo –explica Graciela Torasso, profesora de historia jubilada que forma parte de la comisión directiva de la asociación–. En 1931 se unió a Campo Romero, que era colonia suiza, y se convirtió 'oficialmente' en una ciudad".
A principios de la década del ‘60 surgió la idea de construir un monumento al inmigrante, que se concretó en 1963, y en 1973 la ciudad fue elegida como sede local para la celebración del Día del Inmigrante. La fecha elegida es el 24 de septiembre, coincidiendo con las fiestas patronales.
En 2018 hubo el punto de inflexión. El festival cobró mayor importancia, acogiendo puestos de comida de diferentes comunidades (como la italiana, la española, la suiza y la alemana). Fue así como, dentro de la comunidad italiana, emergió en 2022 el deseo de formar una asociación entre los descendientes de inmigrantes piamonteses.
“Investigamos y sabemos que las 15 familias originarias del Piamonte que había en el primer asentamiento ahora son 45 –afirma Graciela, que cuenta con un bisabuelo entre los que construyeron el túnel de San Gottardo, entre Italia y Suiza–. La mayoría procedía de Turín y Cuneo, pero no fue un relevamiento sencillo. Mucha gente sabe que tiene raíces piamontesas, pero no tiene idea del lugar exacto del que provenía su familia".
El presidente de la asociación, Rubén Priolo, fue elegido porque conoce el dialecto piamontés y, dada esta responsabilidad, lo está estudiando más a fondo. Su adjunto, Roberto Galbusera, en cambio, habla italiano.
Un paso importante fue ingresar a FAPA, la Federación de Asociaciones Piamontesas de Argentina.
“Nos aconsejaron crear un proyecto de ciudades hermanadas con algún pequeño pueblo de la misma región allá en Italia –dice Juan Manuel Lorenzatto, secretario de la asociación, con una afición por los árboles genealógicos y una gran habilidad para cocinar la tìpica bagna càuda piamontesa, “aunque para algunos le pongo mucho ajo”, bromea.
Así comenzaron los contactos con Villanova Solaro (Cuneo), un pequeño pueblo histórico de unos 800 habitantes. “Somos mil en la Estación Clucellas –sonríe Juan Manuel–. Al menos somos dos entidades similares, veremos cómo continúa la relación".
Para la fiesta de este año Familia Piemontesa hizo las cosas a lo grande, con un stand decorado como un antiguo bar de pueblo. “Los compañeros de Zenón Pereyra acudieron en nuestra ayuda, cerca, donde se celebra la Fiesta del Anís, un licor típicamente piamontés”, dice Juan Manuel.
La Familia Piemontesa lucha para que no se borre la memoria de Estación Clucellas.
La presentación en Instagram de la revista dedicada a la relación entre la inmigración y la historia de la ciudad.
Por eso creamos revistas monográficas con la historia de la ciudad, su construcción a partir de sucesivas oleadas migratorias, los hombres de las instituciones y los intelectuales inmigrantes”, explica Juan Manuel.
“Colaboramos con las escuelas –afirma Graciela–. En particular, con los jóvenes de secundaria, a quienes involucramos en nuestras investigaciones. Incluso aquellos que no tienen ascendencia piamontesa, porque es una historia que atraviesa a todos".