BUENOS AIRES - Para Florencia Famá Italia es más que un país repleto de bellísimos pueblos para fotografiar. Es, sobre todo, la tierra de sus abuelos.

Los dos eran calabreses. Su abuelo paterno había emigrado de Nicotera, en la provincia de Vibo Valentia, y el materno venía de Laureana di Borello, en la provincia de Reggio Calabria.

La primera vez que Florencia visitó Calabria fue en 2014. Aquella vez pasó por Nicotera. “Sentí inmediatamente una conexión muy fuerte con ese lugar –recuerda–. El olor de la salsa que salía por las ventanas de las casas era el mismo que el olor a la hora del almuerzo en casa de mis abuelos".

Para la fotógrafa también fue emotivo leer las placas conmemorativas en los monumentos de guerra y ver en ellas su apellido, muy común en la pequeña localidad calabresa.

Sus viajes a Italia son siempre una mezcla de vacaciones, trabajo y redescubrimiento de sus raíces. Incluso cuando visita otras regiones, como el norte de Italia.

“Me gusta mucho Milán y, aunque es totalmente diferente en términos de geografía, arquitectura y estilo de vida, reconozco ciertos aspectos de la cultura italiana que me transmitieron en mi familia”, explica Florencia.

En sus fotografías intenta inmortalizar el alma de los lugares y no sólo la belleza de los paisajes, eligiendo encuadrar ángulos y detalles que otros no notan, que dicen algo acerca de la vida y los hábitos de las persona que viven ahí.

Entre sus lugares preferidos para sacar fotos están los mercados. “Son lugares llenos de vida. Uno de mis preferidos es el mercado de Ballarò en Palermo, Sicilia”, afirma.

Siguiendo esta vocación, el próximo año Florencia quiere publicar un libro de fotografías de detalles de Italia: callecitas, rostros y detalles que cuentan la realidad cotidiana del país, sin descuidar la belleza formal que lo distingue.

Sus fotografías pueden ser adquiridas en su web en diferentes formatos.

Florencia también experimenta con materiales reciclados y monta fotografías en marcos hechos con troncos traídos a tierra desde el Río de la Plata e instalaciones con materiales de construcción antiguos, como esta que “juega” con las rejas de una ventana.

Para un cliente hizo imprimir un paisaje de la ciudad de Matera en baldosas de cerámica, un complicado montaje sobre un panel de madera.

El panorama de Matera en una fotografía de Florancia Famá impresa en azulejos de cerámica.

Muchas de sus fotografías del sur de Italia se exhiben en el restaurante de la chef ítalo-argentina Julieta Oriolo, La Alacena Pastificio, dedicado a la tradición culinaria italiana, en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires. 

Las fotos de Florencia Famá en las paredes del restaurante La Alacena Pastificio.

La amistad entre las profesionales nació de sus orígenes calabreses, lo que dio origen a la colaboración para la ambientación del restaurante. Arte y cocina, una combinación ganadora que siempre representa a Italia en el extranjero.