BUENOS AIRESLuego de sus reuniones institucionales, el presidente de la Región de Lombardía, Attilio Fontana, quien se encuentra en misión en Buenos Aires, vivió un día de intercambio cultural y de reencuentro con descendientes de lombardos en Argentina.

El más reconocido entre ellos es, sin duda, Darío Signorini, presidente de la Asociación Lombarda de Buenos Aires y del Comites de la capital. “Pero también llegaron desde Mar del Plata, con ganas de escuchar historias sobre nuestra hermosa tierra”, contó emocionado y sorprendido durante la cena en el Círculo Italiano, que marcó el cierre de su visita a Buenos Aires.

Por la tarde, en la Universidad de Belgrano, como invitado de la Cátedra Italia, Fontana habló sobre la ley Lombardos en el mundo, aprobada en 2024 por el Consejo Regional. “Con esta ley queremos mantener o restablecer los lazos con nuestros conciudadanos y sus descendientes, especialmente con aquellos que han perdido el contacto con su tierra de origen –explicó–. Y si tienen el deseo de regresar, estamos listos para recibirlos con los brazos abiertos y la alfombra roja, ayudándolos a resolver todos los problemas vinculados al retorno”.

Fontana piensa en los jóvenes. “Lombardía les ofrece oportunidades interesantes y positivas –afirmó–. No queremos perder a nuestras mejores mentes ni a los talentos más prometedores, y también queremos recuperar a aquellos que se fueron y desean regresar”.

El presidente enumeró todos los motivos para hacerlo. En primer lugar, los económicos y profesionales: más de 815.000 empresas activas, 70.000 empleados en el sector de alta tecnología, 9 clústeres productivos (incluyendo aeroespacial, agroalimentario, química verde, ciudades inteligentes…), 15 universidades, 12 institutos del Consejo Nacional de Investigaciones, 6 parques científicos y tecnológicos, y 17 hospitales que también se dedican a la enseñanza e investigación.

“Necesitamos médicos y enfermeros del extranjero –señaló–. Estamos preparando dos convocatorias que estarán listas antes de fin de año”. ¿Y qué mejor que Argentina, con su comunidad italiana que ya habla el idioma, para proveer este personal?

Fontana (en el centro) en la mesa de honor del Círculo Italiano. (Foto: cortesía Ramiro Souto/Círculo Italiano Buenos Aires)

Pero Fontana no solo habló de trabajo. “Lombardía es también una tierra bellísima –agregó–. Lo tiene todo: montañas, lagos, ciudades de arte, historia. La rosa camuna, nuestro símbolo, es un grabado neolítico hallado en Val Camonica que data del 3000 a.C. Además, organizamos la Semana de la Moda y el Salón del Mueble (Salone del Mobile), y en 2026 seremos sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno”.

Con un enfoque contrario al discurso pesimista dominante, Fontana se mostró optimista. “El futuro, que todos ven tan negativo, no es tan sombrío –aseguró–. Cada época tiene sus dificultades, pero en la actualidad tendemos a exagerarlas. Les decimos a los jóvenes que no hay esperanzas, que el futuro es oscuro. Yo estoy convencido de que sabrán superar los desafíos, como lo hicimos nosotros, como lo hicieron nuestros abuelos cuando eligieron el camino de la emigración. Estar aquí hoy nos remonta a aquellos tiempos heroicos, al coraje de dejarlo todo para construir una vida en otro lugar, sin perder valores ni el sentido de pertenencia”.

La misión de Attilio Fontana continuará en San Pablo, Brasil, tras su paso por Santiago de Chile.