BUENOS AIRES – Una visita fugaz tras su participación en el G20 en Río de Janeiro: para Giorgia Meloni es su primer viaje a Argentina. “Estoy muy feliz de estar aquí –comenzó– porque es la primera vez que vengo a Argentina, pero también es mi primera visita bilateral en América Latina desde que asumí el cargo”.

Una visita fugaz, como decíamos, pero casi obligada. “No es casualidad que haya elegido Buenos Aires –especificó Meloni– porque el pueblo italiano y el pueblo argentino son pueblos hermanos”. Y recordó nuestra comunidad en Argentina, compuesta por más de un millón de italianos, a los que se suman unos 20 millones de descendientes.

“El vínculo –dijo Meloni– que une a nuestras naciones tiene raíces profundas que se remontan incluso antes de que Italia y Argentina fueran Estados libres y soberanos”. Luego añadió, con un tono de afecto y nada protocolar: “El amor por la libertad es un sentimiento, querido Javier, que nos une desde siempre”.

Meloni explicó luego las razones de su presencia en Buenos Aires, pequeña desviación en su regreso del G20: “Está claro que con esta visita quise devolver la particular atención que el presidente Milei ha dedicado a Italia. Recuerdo con mucho gusto que Roma fue la primera capital europea que eligió visitar después de su elección”.

Mencionó los temas candentes de la geopolítica actual, en los que es evidente la convergencia con Milei: Ucrania, Medio Oriente, Venezuela.

“No reconocemos la victoria programada de Maduro, tras unas elecciones nada transparentes –afirmó–. Condenamos la represión del régimen que ha llevado a la muerte de decenas de manifestantes, al arresto de miles de opositores y al exilio del candidato presidencial de la oposición democrática (…). Hemos dejado clara esta posición, lo haremos con una voz aún más fuerte y estamos trabajando por una transición democrática y pacífica en Venezuela”.

El discurso luego se trasladó a las relaciones bilaterales entre Italia y Argentina, sobre las cuales existe “aún un gran potencial por explorar”.

Meloni expuso las tres líneas de acción sobre las que ambos países trabajarán juntos.

“La primera es, por supuesto, la colaboración política”, dijo Meloni, anunciando la elaboración de “un plan de acción Italia-Argentina 2025-2030 que identifique los principales sectores de colaboración bilateral, sobre los cuales concentrar nuestros esfuerzos y energías”.

La segunda área de compromiso común es la lucha contra la criminalidad organizada. “Estamos decididos a combatir el narcotráfico, la corrupción, el lavado de dinero, las infiltraciones en el sistema económico y social y el tráfico de seres humanos”, anunció. Se mostró orgullosa de ofrecer la fortaleza y solidez de la experiencia italiana, que se basa en los métodos investigativos de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, hoy fundamentales en todas las estrategias contra la ilegalidad.

La tercera directriz es el impulso del comercio y las inversiones italianas en Argentina, donde están presentes –recordó Meloni, con datos en mano– 300 empresas italianas con 16,000 empleados y casi 3 mil millones de euros en facturación. “Desde este punto de vista –afirmó– las valiosas políticas de liberalización del mercado que el presidente Milei está implementando pueden abrir nuevas oportunidades”.

La presencia italiana, según la presidenta del Consejo, debería enriquecer áreas estratégicas como la transición energética, las infraestructuras, el suministro de materias primas críticas, el transporte aéreo y el espacio. No es casualidad que la acompañara en este viaje el ministro de Economía y Finanzas, Giancarlo Giorgetti.

Sigue la incógnita sobre cómo incentivar las inversiones y acuerdos comerciales, dado que todavía están vigentes –después de un año de la asunción de Milei– las restricciones a los pagos internacionales en dólares. Limitaciones que afectan especialmente a las pequeñas y medianas empresas, que no pueden, por ejemplo, importar equipos, materiales semiacabados y repuestos que les permitirían producir más y con mayor eficiencia.

Finalmente, no faltó el llamado a los valores, como también lo había hecho minutos antes Javier Milei en su discurso.

“Compartimos una idea política y es la de dos líderes que luchan por defender la libertad del Occidente –dijo Meloni–. Y los puntos cardinales son: libertad, igualdad entre las naciones, sistemas democráticos, solidaridad entre las naciones. (…) Hay una conciencia de vivir en un mundo difícil, la responsabilidad que esta dificultad impone, es decir, la fuerza de las ideas y el coraje necesario para defender esas ideas”.

Meloni concluyó su discurso con una frase en español, definiendo a “Javier, un hombre valiente, un amigo, un amigo de Italia”.