El Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 ha sufrido un inesperado giro de guion horas después de su final. El ganador de la carrera, George Russell, ha sido descalificado por irregularidades técnicas en su monoplaza. Su compañero de equipo, Lewis Hamilton, hereda la victoria en Spa-Francorchamps.
Concretamente, la Mercedes de Russell pesaba menos del mínimo reglamentario. A pesar de las apelaciones del equipo, la FIA ha mantenido el criterio habitual en estos casos de infracciones técnicas, que es la descalificación de la carrera del infractor. Así, Hamilton hereda una victoria que hace 16 años perdió en este mismo circuito en circunstancias parecidas.
El coche de Russell en el primer pesaje pesó exactamente el mínimo permitido por la FIA, lo cual ya era un mal presagio. Ya que, lógicamente, cuando se extrajo el combustible para la verificación técnica el resultado fue que el coche de Russell estaba por debajo de los 798 kilos que establece la FIA como mínimo.
Obviamente todos los pilotos suben una posición. Especialmente importante para McLaren, que recorta un punto extra a Red Bull gracias a que Oscar Piastri, pasando de tercero a segundo, recupera tres puntos, mientras que Max Verstappen, Lando Norris y Sergio Pérez solo rescatan dos. McLaren se queda a 42 puntos de Red Bull.
Otro gran beneficiado es Charles Leclerc, que consigue subirse al podio en una carrera en la que se lo había merecido, pero lo había perdido en las últimas vueltas. Carlos Sainz y Fernando Alonso también suben puestos, a la sexta y octava posición respectivamente, mientras que Daniel Ricciardo se queda el último punto.
Mala suerte para Russell, que pierde su tercera victoria en Fórmula 1. No poder dar la vuelta extra de honor en Spa, un circuito tan largo que les obligan a entrar inmediatamente en boxes, le impidió recoger unas virutas de neumáticos que a buen seguro habrían sido cruciales para retener la victoria.