ROMA - Italia salió oficialmente del proyecto chino “la Franja y la Ruta” (también conocido como nueva Ruta de la Seda) luego de comunicar su decisión con una nota enviada a Pekín en los últimos días.

La medida fue precedida por una misión a China del secretario general de la cancillería, Riccardo Guariglia, durante el verano boreal, seguida de una visita del ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.

En sus reuniones en la capital china, tanto Guariglia como Tajani, confirmaron a sus interlocutores la intención del gobierno italiano de mantener la asociación estratégica entre ambos países y dieron los pasos preparatorios de la visita del presidente Sergio Mattarella a China, prevista para 2024. “"El Gobierno está evaluando si confirma el acuerdo que no ha traído grandes beneficios para Italia”, había dicho por entonces el canciller italiano, aunque había aclarado que su país quería “"queremos "mantener buenas relaciones con China desde el punto de vista comercial y de su mercado”.

La llamada Iniciativa Belt ad Road (BRI), lanzada por Xi Jinping en 2013, es una de las piedras angulares del plan del gigante asiático para fortalecer su economía a través de una red de infraestructuras entre tres continentes que fomente el comercio.

Italia había firmado un memorándum de entendimiento de cinco años en 2019 (durante el gobierno de Giuseppe Conte), al final de los cuales iba a ingresar definitivamente en el proyecto. La fecha límite de adhesión era marzo de 2024.

La primer ministra de Italia, Giorgia Meloni, ya había adelantado que evaluaba salir de la iniciativa, lo que según la prensa china era fruto de presiones de los Estados Unidos.