Italia se ha convertido en el primer país de la Unión Europea (UE) que prohíbe la carne cultivada en laboratorio tras una votación en la Cámara Baja del Parlamento. La ley tiene por objeto proteger a los ganaderos y alude a los posibles riesgos sanitarios de la carne creada a partir de células de tejidos animales.
La medida, que obtuvo 159 votos a favor, 53 en contra y 34 abstenciones, prohíbe la producción y comercialización de alimentos compuestos, aislados o producidos a partir de cultivos de células o tejidos procedentes de animales vertebrados, así como la prohibición de la denominación de “carne” para los productos transformados que contengan proteínas vegetales.
“Estamos orgullosos de ser la primera nación del planeta en lanzar una medida que defiende nuestra alimentación”, afirmó el ministro de Soberanía Alimentaria, Franceso Lollobrigida. “Queremos buena comida para todos, no sólo comida para todos”, afirmó el funcionario.
La carne de laboratorio es consumida en países como Israel Singapur. Para cultivarla, en un fermentador, las células alimentadas con oxígeno, alimento y calor crecen como lo harían en el cuerpo de un animal, aprovechando la capacidad de las células madre para replicarse indefinidamente. Una vez madura se recolecta, se elimina el líquido restante del pienso y se obtiene una carne similar a la carne picada con fibras largas que se compacta al vacío.
Los defensores de la carne de laboratorio afirman que ofrece una solución viable a los problemas éticos y medioambientales asociados a la ganadería industrial. La Organización Internacional para la Protección de los Animales, una ONG italiana, afirmó que la ley era innecesaria.
"Esta prohibición es totalmente innecesaria hoy en día, ya que la carne de cultivo aún no ha sido aprobada para el consumo humano en Europa y, por tanto, no puede comercializarse", afirmó.