BUENOS AIRES / SANTA FE – La historia del cine está hecha de grandes figuras italianas. Desde la primera directora nominada al Oscar Lina Wertmüller, hasta el padre del “spaghetti western” Sergio Leone, desde el maestro del terror Dario Argento hasta los grandes compositores de bandas sonoras Giorgio Moroder y Ennio Morricone, y actores de renombre internacional como Marcello Mastoianni y Sofia Loren.

Un ejemplo: Federico Fellini fue tan influyente en la cultura popular que, gracias a una de sus películas más famosas, se acuñó el término “paparazzo” y la expresión “dolce vita” es sinónimo de una italianidad un algo decadente, amante del lujo y de la diversión.

Es precisamente a Federico Fellini que el Centro Cultural Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires dedica un festival de cine. En colaboración con el Instituto de Cultura Italiano, entre el 15 de junio y 27 de julio acercará al público algunas de sus obras menos conocidas.

El ciclo, titulado Exagerado y humano: Federico Fellini en foco, proyectará seis películas en el Centro Cultural Recoleta con entrada gratuita.

El jeque blanco (5 de junio y 14 de julio) es una comedia romántica de 1952 protagonizada por Alberto Sordi, cuyo argumento fue retomado por Woody Allen en la película A Roma con amor.

En Ginger y Fred (16 de julio y 3 de agosto), Giulietta Masina y Marcello Mastroianni interpretan a dos viejas glorias del tap que se encuentran después de muchos años en un programa de televisión. La película ejerce una mirada crítica hacia el mundo de la televisión popular, la fama fugaz y el paso del tiempo.

Tres pasos al delirio (23 de junio y 20 de julio) es una película colectiva compuesta por tres episodios inspirados en cuentos de Edgar Allan Poe, que Fellini dirigió con sus colegas de nouvelle vague Louis Malle y Roger Vadim.

Roma (29 de junio y 4 de agosto), de 1972, cuenta en nueve episodios distintos la relación del director con la capital italiana. En el episodio ambientado en Trastevere, donde Fellini se interpreta a sí mismo, hay un cameo de Anna Magnani, y entre los jóvenes hippies aparece la estrella del rock italo-argentino Luca Prodan.

Los payasos (30 de junio y 7 de julio) imita el estilo del documental para contar la historia del fin de la figura del payaso y del circo como espectáculo popular. Tiene muchas referencias al universo Fellini, incluido un cameo de Anita Ekberg.

Giulietta de los espíritus (6 de julio y 27 de julio) es un relato onírico sobre una mujer que quiere abandonar a su marido que la engaña. La trama remite a la situación matrimonial real del director, y tiene como protagonistas a su esposa Giulietta Masina y a Sandra Milo, que fue durante años la conocida amante de Fellini.

Para reservas, hay que escribir a entradasba.buenosaires.gob.ar.

Una escena de la película Giulietta de los espíritus.

En la ciudad de Santa Fe,  se proyectarán dos películas del director ítalo-argentino Fernando Birri en el Museo Mutualidad y Cooperación, antiguo edificio del Hospital Italiano, seguidas de un debate abierto.

La iniciativa, titulada Por la Italianidad, se lleva a cabo con el apoyo del programa Cinemóvil del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA) y la Secretaría de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la provincia.

Después de La pampa gringa, documental de 1963 sobre las emigraciones europeas a Argentina, el jueves 27 de junio, a las 19, se proyectará Tire dié (abreviatura de “dame 10 centavos”), un cortometraje de 1960 que denuncia las condiciones de vida de los niños de las zonas más pobres de la provincia.

Fernando Birri (1925-2017) tuvo gran importancia en el cine social latinoamericano. Desde joven fue un gran cinéfilo y fundó el CineClub de Santa Fe, que aún sigue activo en las salas de cine de América.

Era nieto de Giovanni Battista Birri, molinero emigrado del Friuli, a quien dedicó su último largometraje Elegía friulana en 2007 .

Precisamente por su vinculación con Italia decidió formarse en los estudios Cinecittà, donde en los años cincuenta fue asistente de Lizzani, De Sica y Maselli, maestros del neorrealismo.

De regreso a su Santa Fe natal en 1958, fundó el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral que dirigió durante muchos años, impulsando a través de sus alumnos un nuevo cine popular centrado en temas de interés social.

También fue un gran amigo y colaborador de Gabriel García Márquez, con quien creó varios proyectos y fundó la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba.