BUENOS AIRES – “Italia quiere restablecer su presencia en América Latina”. De ese modo el ministro de Relaciones Exteriores Antonio Tajani explicó el objetivo de su misión en Buenos Aires, el 7 y 8 de octubre.

Para lograrlo, existen muchos canales posibles: la diplomacia institucional, las empresas y los acuerdos comerciales, y también el deporte.

Y precisamente al deporte se dedicó el encuentro Diplomacia deportiva: un puente de colaboración entre Italia y Argentina, en la sede de la embajada italiana, del que participaron (además del embajador Fabrizio Lucentini y el cónsul general Carmelo Barbera), el secretario argentino de Deportes Daniel Scioli y varios atletas italoargentinos que compartieron sus testimonios.

El encuentro culminó con la firma (por parte de Tajani y Scioli) de una declaración conjunta de los gobiernos de Italia y Argentina en pos de una colaboración en el ámbito deportivo, que prevé el desarrollo de estrategias comerciales comunes, espacios de formación e intercambios de jugadores y entrenadores (una especie de “Erasmus del deporte”).

Scioli y Tajani, al firmar el acuerdo

El Gobierno italiano ya había “tomado la iniciativa” en los últimos meses nombrando embajadores deportivos al tenista Jannik Sinner, al técnico de la selección de fútbol Luciano Spalletti, a la selección femenina de voleibol y al campeón paralímpico de natación Manuel Bortuzzo, cuya historia es particularmente significativa. Promesa de la natación, quedó paralizado en sus piernas tras resultar herido accidentalmente en un tiroteo, pero logró volver a competir al más alto nivel en la categoría paralímpica, ganando una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de París de este año.

El periodista del canal ESPN Daniel Arcucci, conocido como “biógrafo de Maradona”, subrayó la importancia del deporte para difundir en el mundo las excelencias de ambos países. “Es un puente entre naciones –dice– para promover la paz y el diálogo”.

Los atletas se convierten, en definitiva, en una “nueva diplomacia”, y el pensamiento no puede sino remitir a Diego Maradona, embajador deportivo ante litteram, a quien se le atribuye el mérito de haber creado un vínculo especial entre Argentina e Italia, gracias a su presencia en Nápoles.

No solo eso. Desde hace dos años, el consulado en Buenos Aires organiza la Maratana, una maratón cuyo recorrido toca los lugares significativos de la italianidad, y se transforma en una ocasión de encuentro para toda la colectividad.

“La política exterior no la llevan adelante solo los diplomáticos y ministros –dice Tajani–, sino también quienes trabajan en el ámbito del deporte y contribuyen a difundir una imagen positiva de Italia. La industria deportiva es una parte importante de nuestro PIB”. Un sector que incluye empresas textiles (y de confección en general), audiovisuales, turísticas y agencias de organización de eventos.

“Los eventos deportivos atraen turistas”, explica el ministro, recordando el impacto positivo, para la ciudad de Roma, de eventos como la Ryder Cup de 2023 (golf), el Gala de Atletismo, el Giro de los 7 Colli (moto) y el Seis Naciones (rugby).

“Los turistas vienen para el evento, pero se quedan más tiempo, para visitar esos lugares –aclara Tajani–. Esto ocurre siempre con el Giro de Italia de ciclismo, que es una ocasión de promoción turística para las localidades que toca en su recorrido”.

Daniel Scioli, además de recordar a su abuelo italiano Antonio, subrayó los puntos en común entre el deporte y la buena política, como la perseverancia y el espíritu de equipo.

Luego llegó el turno de los atletas italoargentinos y sus testimonios.

Mercedes Socino, de la selección nacional de hockey, subrayó el gran orgullo de haber participado en el Mundial de 2018 y de haber contribuido a la clasificación de Italia, tras muchos años de ausencia. “Fue el evento más importante de mi carrera –dice–. Mi última participación fue en 2021. El año anterior había nacido mi hijo, que me acompañó junto a mi madre y mi marido”.

Diego Domínguez, estrella del rugby, recordó a su abuelo marchigiano, que llegó a Argentina en 1948 y que lo llevaba a caminar por la montaña, en las Sierras de Córdoba, al tiempo que le contaba sobre su tierra.

“Estaba en Italia para ir a la universidad –relata–, pero después de un mes me convocaron para la selección de rugby, un deporte muy formativo, del cual aprendí cómo moverme en el mundo. Todavía hoy paso muchos meses en Italia”. ¿El mejor recuerdo? “En el año 2000 –afirma–. En el primer partido del Seis Naciones, después de haber luchado para clasificar, nos encontramos con los escoceses, que eran los grandes favoritos. Pero ganamos nosotros, contra todo pronóstico”.

De izquierda a derecha, Diego Dominguez y Manuel Arcucci.

Nicolás Burdisso, futbolista, presentador de televisión y actualmente directivo de la Fiorentina, recuerda las ciudades donde jugó: Milán, Turín, Génova (de donde proviene su familia), Roma: “En Italia, para hablar de la ciudad de tu equipo, tenés que hablar de arte y paisaje”, observa.

Daniel Bertoni, primer italoargentino en jugar en un equipo italiano, recuerda todavía un gol contra el Catanzaro cuando vestía la camiseta de la Fiorentina: “Tanto que uno de mis nietos se llama Dante, por el poeta, y otro se va a llamar Francesco, por el papa”.