BUENOS AIRES – Esta semana el invitado de honor a la tradicional Cena de los Lunes del Club Italiano fue Ricardo Ernesto Lagorio.
Experto en relaciones internacionales, fue embajador de Argentina en Rusia y enviado de la Misión Permanente de Argentina ante las Naciones Unidas durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Su experiencia fue muy valorada por los participantes en la cena, que le pidieron su opinión sobre las guerras en Occidente y Oriente Medio.
Para Lagorio es fundamental entender que el mundo cambia constantemente y que en un mismo momento histórico conviven muchas realidades diferentes. La Carta de las Naciones Unidas comienza con la frase “Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas”. No “nosotros, las naciones del mundo” o “Estados del mundo”... y no es algo casual.
En ese momento histórico, los Estados y las naciones tenían una gran fuerza sobre el individuo y las Naciones Unidas nacieron con la intención de construir la paz mundial, a través de la diplomacia y no de la guerra.
Hoy las cosas son diferentes. Gran parte de lo que sucede en el mundo, señala Lagorio, excede la capacidad de control de las instituciones estatales. Por eso es preferible hablar de "política global" en lugar de "política internacional".
El ex embajador recuerda a los asistentes que en la actualidad el terrorismo ataca a individuos, células, y que hay grandes multinacionales tecnológicas que tienen mucha más influencia sobre los ciudadanos que los Estados.
A los gobiernos les resulta cada vez más difícil controlar el flujo de información. “Hoy podemos ver casi en directo lo que sucede en Gaza –explica– a través de vídeos realizados por personas con sus teléfonos celulares”.
Lagorio afirma haber comprobado en primera persona los mecanismos de censura con los que Rusia intenta controlar la información, bloqueando Instagram y Facebook, y también cómo estas prohibiciones pueden ser sorteadas fácilmente con aplicaciones alternativas como Telegram.
“Incluso la noción de libre comercio hoy se encuentra obsoleta –afirma–. El gobierno de Estados Unidos utiliza hoy el término fair trade (comercio justo) en lugar de free trade (libre comercio)”, señala el embajador.
En resumen, Lagorio relaciona todos estos fenómenos con un empoderamiento general del individuo como tal.
“La presión de la opinión pública afecta siempre màs a las decisiones gubernamentales. Basta ver de qué manera influye en el conflicto de la franja de Gaza –afirma–. El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, condena ahora el comportamiento del ejército israelí y declara que ‘fueron asesinados muchos palestinos’. De hecho, utilizó la palabra "asesinados", no dijo que ‘murieron’. No habría dicho eso si no hubiera habido una fuerte presión de la opinión pública”,
Cuando se le preguntó cómo veía la continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania, Lagorio explicó que es imposible que Putin se dé por vencido en este momento y que lamentablemente no prevé que el final esté cerca.
“La economía rusa es muy sólida, pero en mi opinión Putin está hipotecando el futuro de Rusia por su ego –revela-. Los jóvenes se están yendo del país, especialmente los profesionales de la ciencia y la tecnología”.
Para Lagoria esta guerra no es resultado de la fuerza del autoritarismo sino de la fragilidad del sistema democrático. Y, además de las guerras que involucran al mundo occidental, hay muchos otros conflictos en el mundo que no deben pasarse por alto. En particular, la gravísima situación humanitaria en Haití y las guerras en curso en Mali, Yemen y Congo.
En la cena hubo numerosos nuevos miembros del Club que, entusiasmados por el encuentro con el diplomático, le pidieron su opinión sobre cómo se podrían fortalecer las relaciones diplomáticas entre Italia y Argentina.
En ese sentido, Lagorio propone pensar fuera de lo común, considerando acuerdos con la Unión Europea que hagan de Argentina un actor participante. Dejar de alejar las inversiones y aprovechar el patrimonio multicultural, porque en este nuevo mundo la proximidad cultural puede superar la distancia geográfica.