BUENOS AIRES – Dar visibilidad y poner en valor a la mujer calabresa en Argentina. Ese fue el objetivo con el que, en 1999, nació la Liga de Mujeres Calabresas. “En ese momento yo era la presidenta —la primera mujer presidenta, de hecho— de la Asociación Calabresa de Buenos Aires”, cuenta Irma Rizzuti, actual presidenta de la Liga. “Impulsé un espacio propio para las mujeres, y de ahí surgió la Liga como una organización autónoma”.

¿Quiénes integran esta red? “Somos amas de casa, artistas, científicas, profesionales, empleadas... Pero no nos movemos con la lógica clásica de las asociaciones”, explica Rizzuti. “Somos más bien un movimiento: nos sostenemos en vínculos solidarios, en el afecto, porque todas, de una forma u otra, tuvimos que enfrentarnos al patriarcado”.

Por eso, no sorprende que las integrantes de la Liga participen en los eventos de la comunidad con una “desfile con trajes típicos”, donde interpretan los roles y oficios -muchas veces muy humildes- de las inmigrantes calabresas: la lavandera, la vendedora ambulante, la novia... “No se trata de quedarse ancladas en un pasado nostálgico, sino de mostrar la evolución y la resiliencia de esas mujeres”, explica.

En los primeros años, las actividades se enfocaron sobre todo en la organización de congresos.

“En 2012 logramos, con apoyo de la Región Calabria, la creación del Día del Migrante Calabrés”, dice Rizzuti. Una iniciativa que también fue respaldada por la FACA, la Federación de Asociaciones Calabresas en Argentina.

“La fecha elegida fue el 2 de abril”, explica Irma, “en honor a San Francesco di Paola, patrono de la región, considerado el primer santo migrante”. De hecho, murió en Francia en 1507, lejos de su tierra natal.

Mujeres de la Liga durante una edición de años anteriores de “Buenos Aires celebra Calabria”.

Irma nació en Italia, en Cosenza, y llegó a Argentina a los nueve años, la menor de una familia con cuatro hijos. Su trabajo en la comunidad italiana, tanto en instituciones como en la sociedad civil, es incansable. Además de su rol en la Liga y en la Asociación Calabresa, fue consejera del Còmites, legisladora en la Ciudad de Buenos Aires y agregada cultural en la Embajada argentina en Roma.

Otro cargo del que se siente especialmente orgullosa es el de presidenta de la sede argentina de la Academia del Ají Picante. “Cuando me ofrecieron el puesto, acepté encantada el desafío, porque la cocina argentina está bastante privada de sabores picantes”, cuenta. “Entonces inventé un premio que entregamos a personalidades ‘picantes’ de la comunidad italiana”. Entre los premiados están Pietro Sorba, Donato De Santis y Jorge Macri.

La iniciativa más reciente de la Liga es el “Caffè macchiato”, una versión renovada del clásico café literario. “Pero más dinámico y participativo”, aclara.

El próximo encuentro será el 14 de junio a las 17:30 en la sede de la Unión Ossolana de Buenos Aires (Darwin 956). El tema será el Risorgimento y la Unificación de Italia, abordado desde distintas perspectivas. Roberto Carolei, experto en danzas populares, hablará sobre la cuadrilla, Marina Artese, profesora de letras, sobre Mazzini y otros pensadores políticos de la época; y Mariel Pitton Straface, sobre los dialectos y la construcción de una lengua común. “Y yo voy a cantar una canción napolitana”, concluye Irma.