BUENOS AIRES – ¿Qué desafíos encuentra un escritor argentino de origen italiano cuando se está escribiendo una historia sobre una judía polaca víctima de la persecución nazi?
“Es la pregunta que primero me hice –bromea el escritor Alejandro Parisi–. Yo, tano de Sicilia, con una familia y una educación católica, inmediatamente me pregunté cómo abordar la trama, la construcción de los personajes, las emociones que los animaban. Y al final acepté el riesgo y me lancé a hacerlo".
Alejandro debutó en 2002 con la novela Delivery (por la editorial Sudamericana y luegi publicada en Italia por la editorial E/O) que relata la historia de un joven porteño que decide "complementar" los magros ingresos de su negocio de reparto a domicilio con el tráfico de drogas.
Como suele suceder a los autores de una ópera prima de éxito, Parisi también cae víctima del bloqueo del escritor, hasta que un amigo, de una familia judía polaca, le propone escribir la historia de su abuela, que había sufrido la persecución nazi.
Así nació en 2009 “ El ghetto de las ocho puertas” (editorial Sudamericana).
“Antes de empezar a recoger los testimonios señalé mis orígenes y mi religión –afirma Parisi–. La respuesta lapidaria fue: ¿Y a mí qué me importa? Gracias a estas palabras me sentí habilitado para escribir sobre este tema”.

El escritor Alejandro Parisi.
Después de la publicación, fue contactado por uno de los hijos de Nusia Stier de Gotlib, una judía polaca de Lviv (ahora en Ucrania), que emigró a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial.
“Me dijo que su madre vivía con el peso de un secreto y que tal vez yo podría haberla ayudado a sacarlo”, recuerda.
Alejandro también recoge este testimonio y, en 2014, publica con Sudamericana La niña y su doble, traducida al italiano por Piemme con el título La bambina che sognava il cielo, que cuenta la historia de Nusia, a quien la familia logra hacer pasar como católica y así salvarla de la deportación.
Nusia vive así buena parte de su infancia y adolescencia escondida por una identidad falsa, obligada a aparentar ser otra (gracias a sus rasgos arios) y a recitar un guión cada día. Y acaba siendo adoptada por una familia de fervientes antisemitas.
La historia de Nusia trae a la memoria aquellas de los recién nacidos apropiados por los militares durante la dictadura en Argentina.
“Pero hay una diferencia –objeta el escritor–. Nusia siempre fue consciente de su identidad, aunque se vio obligada a renunciar a ella”.
No es que esto pudiera atenuar el sufrimiento y la violencia a los que fue sometida.
“Una violencia que ella había ocultado toda su vida, incluso a su familia –explica Alejandro– y de la que ella misma, fallecida en 2020, nunca fue plenamente consciente. Afirmó no haber vivido el Holocausto, que había visto a su familia exterminada y que se sentía culpable por su pelo largo y sus mejillas sonrosadas cuando veía a sus compañeros que habían sobrevivido a los campos de concentración".

La portada de La niña y su doble .
Finalmente, le toca el turno a Hanka 753 (Sudamericana, 2017), la historia de una sobreviviente de Auschwitz, para completar una trilogía que no nace de un proyecto anterior, sino que se autocompone a través de una concatenación de circunstancias aleatorias.
“Ninguna de las tres señoras que me contaron su historia quiso volver a ver el pueblo donde nacieron –dice Parisi–. Y cuando se les preguntó qué sintieron al llegar a Argentina, los tres describieron la sensación de sentirse a salvo".
La familia de Alejandro también fue fuente de inspiración para sus libros.
“Crecí en La Matanza, en el conurbano bonaerense, con mi abuela siciliana, Francesca Lapiana, nacida en 1930 –explica–. Mientras cocinaba me hablaba de la Segunda Guerra Mundial. Mi abuelo Mariano Parisi había conocido personalmente a Salvatore Giuliano, el famoso bandolera".
Aunque ambos son sicilianos, los abuelos de Parisi se conocieron en Argentina.
“Él era mucho mayor que ella –dice–. Francesca estaba comprometida con un amigo de Mariano, pero se enamoraron, se casaron en secreto y dejaron a sus familias ante un hecho consumado. Una fuitina al perfecto estilo siciliano.
Su novela Su rostro en el tiempo, publicada en 2017 por la editorial Lumen, surge también de recuerdos familiares, esta vez propios.
“Es la historia, entre 1923 y 1943, de una tía que nunca conocí, que había contraído viruela, quedó desfigurada por ella y por eso nunca se había casado, pero había experimentado un amor incestuoso con su hermano”, revela.
El Día de La Memoria, el 27 de enero, no hay editorial en Italia que no proponga su propia lista de libros sobre el Holocausto, para ofrecerle a los niños de las escuelas para sensibilizarlos sobre lo sucedido.
¿Basta con leer para no repetir los errores del pasado?
“Me invitan muchas veces a las escuelas, pero no tengo pretensiones ni como historiador ni como profesor –afirma Alejandro–. Sin embargo, el antisemitismo, la xenofobia y, en general, los prejuicios surgen de la ignorancia y el miedo. O de la frustración de no poder culpar a nadie, entonces la ira se descarga sobre toda una categoría. Conocer la historia, con todas sus contradicciones, y conocer al otro ayuda a verlo un poco menos 'otro' y un poco más parecido a nosotros".