BUENOS AIRES – En la escena musical italiana actual hay espacio para todos los géneros musicales y esto se debe en parte a artistas como Claudia Lagona, conocida como Levante, que en los últimos años le dieron un nuevo giro a la música independiente, transformándola en éxito comercial.
Con un fuerte estilo personal que trasciende el sonido y se impone también en la estética de sus vídeos y su vestimenta, Levante acumuló un gran éxito en Italia sin descuidar la calidad de su producción artística.
“Tuve la suerte de emerger después de un largo camino personal en el que pude adquirir experiencia y desarrollar mi presencia en el escenario –afirma la cantante–. Tuve siempre una fuerte presencia, que me ayudó en el escenario".
Un aspecto fundamental de este género musical, el indi italiano, es la atención a la letra de las canciones, y no es casualidad que Levante se defina como una autora que canta, confesando cómo, a través de la escritura y la verbalización del dolor, pudo afrontar la pérdida de su padre cuando ella era apenas una niña.
En sus diez años de carrera, además de componer canciones, publicó tres novelas (Se non ti vedo non esisti, Questa è l’ultima volta che ti dimentico e Questo cuore non mente, editados por Rizzoli), en las que cuenta en parte su historia personal. Para Claudia, escribir y cantar sirven para sanar viejas heridas pero también para compartir sus emociones con los demás.
En el escenario del Teatro Coliseo eligió compartir con el público el recuerdo de Rodolfo, su carismático tío argentino, quien habló con inflexión de tango y la hizo probar el mate, la típica bebida argentina. “Paseando por Buenos Aires no hubo un momento en el que no pensara en él, estar acá me emociona mucho, creo que si supiera que me presento en este escenario se volvería loco de alegría”, dice felizmente.
Nacido en Laferrere, Rodolfo había dejado Argentina de pequeño para buscar suerte en Italia, haciendo el viaje opuesto al de sus padres italianos que habían llegado a Argentina a principios del siglo XX, y fue en Turín donde conoció y se casó con la tía de Claudia.
La historia de su familia es una historia de migración, grandes pasiones y mujeres decididas. Como muchas familias del sur, algunos parientes abandonaron Sicilia y encontraron trabajo en el norte. Una de las historias que a Claudia le encanta contar es la de su madre, que a los 17 años, durante una visita a unos familiares en Turín, se enamoró de un estudiante de ingeniería siciliano. En ese entonces decidió emprender una fuitina (una "pequeña fuga") un término sicialiano usado para hablar de las jóvenes parejas que decidían escaparse para casarse en contra del parecer de sus familias.
Para hacerlo, se bajó de la ventana, atando las sábanas a un radiador. La historia tuvo un final feliz: él la llevó de regreso a Sicilia donde se casaron y tuvieron cuatro hijos. Vivieron felices hasta que él falleció, cuando Claudia era apenas una adolescente.
Tras la muerte de su padre, su madre decidió reunirse con sus familiares en Turín, donde nació Levante como artista, aunque sigue concibiendo a Sicilia como su tierra. “Es un lugar que me encanta a pesar de estar lleno de contradicciones –explica–. En este sentido creo que es muy similar a Argentina".
Nunca había estado en Sudamérica, aunque siempre había sido un sueño para ella. “Admiro todo lo que veo pero no me sorprende, es como si ya hubiera estado acá –afirma–. Me siento muy cómoda y encuentro muchas similitudes con Sicilia, quizás compartimos ciertos aspectos que tienen que ver con ser el sur del mundo".
Es consciente de cómo la distancia, la nostalgia del hogar, ayuda a crear una idea romántica de los lugares, pero no niega esta emoción y opta por transformar la melancolía en bellas canciones. Durante su presentación dedicó uno de sus grandes éxitos, Lo stretto necessario, a todos aquellos que sienten nostalgia de una tierra lejana.
A Claudia le gusta mucho el español y aunque dice no saberlo bien, no tiene miedo de hablarlo, y dice que le gustaría mucho traducir algunas de sus canciones e ir de gira por Sudamérica. “Otro sueño mío es cantar con la mexicana Natalia Lafourcade, la admiro mucho”, confiesa.
Aunque todavía no tuvo oportunidad de cantar en español, recuerda que a los veinte años, junto a uno de sus productores, había remixado Parole di Mina con Libertango de Piazzolla.
En el Teatro Coliseo presentó sus grandes éxitos en italiano y su último disco Opera futuro, escrito luego del nacimiento de su primera hija. “En Opera futuro hay un gran deseo de esperanza. Para cada disco intento contar algo a través de su portada -afirma-. En este caso elegí un fondo verde y un cisne, con el texto del poema Hope is that Feathered Thing de Emily Dickinson."
En el concierto del sábado demostró sus habilidades vocales y mucha energía en el escenario, "gracias al mate que tomaba cuando era niña", bromea.
“El día que no suba al escenario con gran autenticidad, dejaré de hacerlo –promete–. No se puede realizar un oficio así de lindo sin el entusiasmo necesario. En el escenario me siento viva. Cuando escribo canciones me siento sola, porque cuando escribo una historia autobiográfica siento que quizás sólo yo me entiendo... pero cuando estoy en el escenario y veo a la gente cantar eso que escribí, entiendo que esa historia es de todos".
Para ella el escenario es catártico: el lugar donde descubre que no está sola, ni siquiera en el dolor, como le ocurrió con la canción Vivo, escrita en los primeros momentos de la depresión posparto, cuando aún no podía explicar o definir eso que estaba experimentando.
“'Vivo' es una plegaria, la escribí en un momento muy oscuro –confiesa–. Me sentí como si estuviera en una especie de subibaja de emociones, y al principio pensé que era parte de un proceso hormonal normal del cuerpo. Cuando las oscilaciones se hicieron cada vez más frecuentes y extremas, me alarmé. En algunos momentos perdí las ganas de vivir y por eso Vivo fue mi plegaria para volver a mí misma".
Levante cree en la importancia de hablar de la depresión posparto y hacerlo de manera universal y coral. “No quiero mostrarme frágil de manera retórica o empalagosa, pero tampoco creo que debamos avergonzarnos –declara–. Durante mucho tiempo me censuré sobre algunas cosas de mi vida privada pero hubo momentos en los que usé mi historia personal para ayudar a otros a entender que al final nuestras historias son muy similares".
Hace unos días le contó a la revista Vanity Fair una situación de acoso que sufrió hace muchos años y cómo la reciente noticia de un femicidio en Italia la devolvió a ese momento. Nos explica que compartir las propias experiencias, paradójicamente, es fundamental para no normalizar ciertas actitudes violentas y obsesivas, que no deben ser naturalizadas, en las relaciones de pareja.
Siempre dispuesta a superar miedos y nuevos retos, Levante también participó como jurado en el programa de televisión XFactor, aunque no se siente cómoda en ese formato. “XFactor funciona “bien” cuando hay discusiones o problemas entre las personas que participan y el jurado, y no me interesa discutir, así que le serví poco al programa. De todas formas fue una experiencia maravillosa en la que aprendí mucho, y entendí que se necesita habilidad para hacer televisión en vivo”.
Sin embargo, tuvo mejor suerte en el Festival de San Remo, donde participó con éxito en dos ediciones. Aunque este año no participará porque afirma que es un evento muy intenso al que no se asiste con frecuencia. “Es un acontecimiento mágico para Italia, el país se detiene esa semana, pero hay que tomarlo con cautela para no correr el riesgo de convertirse sólo en artistas de San Remo”.
Después de llenar el estadio Arena de Verona en septiembre con motivo de la celebración de los diez años de su carrera, con una gran orquesta y numerosos invitados -entre ellos Verónica de La Representate di Lista, Emma Nolde, Erica Mou, Angélica y Ginevra-, para 2024 tiene en cambio una gran gira por Italia en teatros italianos.
“Para la gira pienso en una banda capaz de intercambiar instrumentos y de salir de su propia postación para invadir la de otro compañero, y esta vez desde el punto de vista de la imagen quiero llevar a los espectadores al cine”, concluye, dejándonos en pleno suspenso.
Habrá que esperar hasta marzo para ver qué sorpresas tiene en mente esta artista polifacética que, después de diez años sin parar, todavía tiene mucho que compartir con su público.