BUENOS AIRES - Hoy es un día para agradecer a quienes con su trabajo permiten a lectores de todas las edades y condiciones económicas emocionarse, soñar, reír y reflexionar. Pasar un domingo lluvioso sin aburrirte, distraerse de tus problemas, descubrir una buena historia sin necesidad de "esperar a que salga la película". En otras palabras: construir e interpretar el mundo.

Hoy es 13 de septiembre, es el Día del Bibliotecario en Argentina.

La fecha elegida conmemora el día de 1810 en que Mariano Moreno creó la primera biblioteca pública de Argentina (en el barrio de San Telmo en la esquina de Moreno y Perú).

Nacido en 1776, hijo de una de las pocas mujeres alfabetizadas de Buenos Aires (que fue quien le enseñó a leer y escribir), Moreno fue jurista, político y periodista.

Se formó bajo las ideas de la Ilustración y se ocupó de las terribles condiciones de las personas que trabajaban en las minas (a quienes defendió, como abogado, de los abusos de los patrones).

Luchó contra las invasiones británicas de 1806 y 1807 a Buenos Aires, que por entonces formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, gobernado por un representante de la corona español. La calle Defensa de la Ciudad de Buenos Aires conmemora la resistencia contra la invasión inglesa.

Luego participó en la Revolución de Mayo de 1810 y fue miembro de la Primera Junta, el primer órgano de gobierno argentino independiente del dominio español.

Debido a sus ideas libertarias e igualitarias veía en la independencia de Argentina algo más que un simple cambio de gobierno. Propuso cambios económicos sociales, libertad de expresión, igualdad de derechos entre criollos y pueblos nativos en toda la vida política y social.

Por eso fue expulsado de aquella Primera Junta, donde prevalecía el sector más conservador, y luego alejado de Argentina con funciones diplomáticas. Murió en 1811, posiblemente envenenado, de camino a Gran Bretaña.

La Biblioteca Nacional de Buenos Aires lleva el nombre de Mariano Moreno y está ubicada en un edificio de estilo brutalista en el barrio de Recoleta.

La creación de bibliotecas públicas, para promover el libre acceso a la cultura, se muestra coherente con el pensamiento y la vida de Moreno, además de un elemento base de todo Estado democrático.

En la misma línea, el artículo 3 de la Constitución italiana, redactado por el socialista Lelio Basso, habla del compromiso del Estado de "eliminar los obstáculos económicos que impiden la plena participación del trabajador en la vida, los obstáculos económicos y sociales que, al limitar efectivamente la libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo de la persona humana y la participación efectiva de todos los trabajadores en la organización política, económica y social del país".

Se trata, en definitiva, del derecho a la cultura como una herramienta para promover la igualdad. No sólo formal, sino también sustancial: el Estado no debe limitarse a promoverlo "sobre las papeles", sino que debe tomar iniciativas concretas. Por ejemplo, abrir nuevas bibliotecas o reponer las existentes con nuevos volúmenes.

En Italia, el Día Nacional de las Bibliotecas se celebra el 13 de octubre.

En Argentina existe actualmente un vacío en las traducciones de autores italianos contemporáneos, por razones ligadas principalmente a la crisis económica que impacta en la publicación de libros aún protegidos por derechos de autor. Pero también por un cierto nacionalismo en las políticas de promoción de la cultura.

Lo poco que se encuentra casi nunca está traducido al castellano rioplatense, una variedad lingüística muy extendida en Argentina y Uruguay. La mayoría de las obras, con ediciones europeas, deben ser leídas en español ibérico.

Para quienes quieren leer las ediciones originales en italiano, la situación es todavía más complicada por los costos de envío y los derechos de aduana que limitan las importaciones.

Es por eso que el Instituto Cultural Italiano de Buenos Aires creó Digitaliana, que permite acceder de manera online, todos los días durante las 24 horas del día, a más de 2 millones de textos, entre libros electrónicos, audiolibros, libros educativos y cuentos para niños, El acceso está reservado a los miembros del Instituto y también permite el préstamo a domicilio de libros en papel.