BUENOS AIRES – La moda y el diseño italianos se celebran en todo el mundo, pero a menudo a través de un prisma de estereotipos que corren el riesgo de reducir la complejidad y riqueza de nuestra cultura a simples clichés.
Sin embargo, son precisamente esos aspectos característicos los que capturan la imaginación colectiva y, en última instancia, se remontan a aspectos reales del modo de vida mediterráneo, del que podemos estar orgullosos.
Saber apreciar los pequeños placeres de la vida como la buena comida y la belleza de la naturaleza, en sus colores y aromas, es una característica cada vez más buscada en el mundo actual, decepcionado por el frenesí de la vida moderna y la carrera incesante por alcanzar objetivos profesionales.
Es este hermoso estereotipo italiano en el que se inspira Luciana Tapia Rattaro al crear los accesorios para su marca Limoni del Sud.
“La familia de mi mamá tiene orígenes italianos. Los Rattaro vinieron a la Argentina desde el sur de Italia”, explica Luciana.
El nombre de su proyecto está inspirado en los cítricos de la casa donde creció en la provincia de San Juan, que recuerdan a los de Campania, Calabria y Sicilia.
Como muchos jóvenes del interior de Argentina, se mudó a Buenos Aires para estudiar. Ahora vive en la capital donde trabaja como abogada, sin renunciar a su pasión por el color.
No todo es trabajo en la gran ciudad y Luciana fundó la marca para dar rienda suelta a su creatividad, pensando con mucho cuidado todos los elementos del producto. Ella misma hace cada pieza a mano, las fotos para el sitio e incluso el embalaje para el envío.
El packaging de cartón artesanal.
“Cuando me mudé a Buenos Aires para estudiar, me acerqué mucho a la familia de mi mamá, que vive acá –cuenta Luciana–. Empecé a visitarlos con frecuencia, sobre todo para almorzar y cenar. La abuela de mis primas, Fiorina, es italiana, y en su casa siempre se escucha hablar el idioma. La cocina está decorada con tonos vibrantes de rojo y amarillo, y los platos que preparan, llenos de cítricos, evocan una imagen que quizás parezca un poco estereotipada, pero siempre me ha encantado esa estética de colores vivos y alegres”.
Generalmente los colores neutros se consideran atemporales, pero Luciana está convencida de que incluso los intensos y brillantes pueden ser un clásico atemporal, para usar sin importar las tendencias, si son parte de tu estilo personal. “Mi madre me dio el gusto por los colores en la ropa, es parte de mi identidad”, aclara.
Luciana se transformó en modelo para sus creaciones.
“Otra cosa que forma parte de mi gusto personal es usar metal dorado y privilegiar materiales de calidad y que puedan perdurar en el tiempo”, añade Luciana, mostrando algunas de sus creaciones, que lleva en sus orejas.
“Son complementos para el día a día. Se adaptan a cualquier situación, son vistosos pero no demasiado. Para mí es importante utilizar materiales que no se estropeen con facilidad y ganchos que cierren bien y no se salgan –explica–. Siempre uso mis accesorios cuando estoy de vacaciones porque sé que no hay riesgo de perderlos en la playa y puedo entrar al agua sin preocuparme de sacármelos”.
Para utilizar sin preocupaciones, disfrutando las vacaciones.