BUENOS AIRES – El pistacho está en su pico de popularidad y a estas alturas no puede faltar en la oferta de cualquier heladería.

Sin embargo, el éxito del maní verde es también su desgracia, porque muchas veces falta materia prima debido a la gran demanda, especialmente en verano.

Algunas heladerías utilizan pasta de pistacho importada directamente de Italia, mientras que otras parten de la materia prima utilizando pistachos de producción local.

La diferencia sustancial de sabor residirá entonces en saber convertir productos simples como la leche, el azúcar y los frutos secos en la deliciosa crema verde que refresca los días de verano.

EL DE CONFIANZA:  FREDDO

Con más de cincuenta años de trayectoria, la gran cadena de heladerías argentina Freddo logró mantener la alta calidad de sus helados a pesar del crecimiento.

Su sabor “Pistacho de Sicilia” está elaborado con pistachos, leche y crema totalmente naturales

EL CLÁSICO PORTEÑO:  CADORE

Fundado en 1957 por Silvestre Oliviotti, un inmigrante veneciano, en la localidad de Corrientes 1695 donde aún hoy se ubica, Cadore es una institución de la cultura portuguesa.

El pistacho es su sabor más vendido junto con el dulce de leche, el clásico argentino. Lo produjeron con frutos secos italianos, pero el año pasado, para atender la gran demanda, comenzaron a suministrar pistachos desde la provincia argentina de San Juan.

EL GRAN ÉXITO:  RAPANUI

La heladería de la chocolatería Fenoglio, fundada por Aldo Fenoglio en 1948, es un clásico de Bariloche que ahora también conquistó Buenos Aires.

La heladería Rapanui, con once locales en la capital, elabora uno de los mejores helados de pistacho artesanales, siguiendo la más auténtica tradición italiana, elaborado in situ en cada una de las sucursales.

HECHO CON PASIÓN:  BUFFALA

Fruto de la pasión de Ernesto Contreras por el helado italiano, esta heladería artesanal de Buenos Aires produce desde hace diez años su propia pasta básica moliendo pistachos. 

La mayoría de los sabores se basan en leche o yogur de búfala, en lugar de vaca (de ahí el nombre del lugar).

ESPÍRITU JOVEN: OCCO

Esta joven heladería es el negocio de un grupo de amigos, y se caracteriza por ofrecer sabores innovadores además de los clásicos. Su pistacho es muy bueno y en verano tienen muchas promociones para todos los bolsillos.

EL ESQUIVO:  PISTACCHIO

Pistacho es también el proyecto de un grupo de amigos. El suyo es el mejor helado de pistacho de Buenos Aires, pero también el más difícil de comer.

Abren y cierran el lugar de sorpresa, cuando quieren, y por eso -en cuanto se encienden las luces de la heladería- los fieles clientes del barrio Chacarita se apuran a comprar un cono, antes de que se acabe el pistacho.

SOFISTICADO: ANTICHE TENTAZIONI

Esta cadena de heladerías, cuya empresa matriz está situada en Padua, garantiza productos de alta calidad, pero también entre los más caros.

Su "Pistacho de Sicilia" se encuentra entre los sabores más populares y está elaborado con pistachos naturales de la isla italiana.

DEL OCÉANO: HELADOS ITALIA

Un clásico marplatense que llegó Buenos Aires hace algunos años. Fundada por inmigrantes italianos, a pesar de mantenerse fiel a la tradición en la elaboración de helados, tiene una propuesta estética innovadora y ofrece cannoli con helado y otros postres de pistacho.

TODO EN FAMILIA: SCANNAPIECO

Su "pistacho italiano" se encuentra entre los sabores más vendidos en esta heladería familiar. Fundada en 1938 por un inmigrante de Amalfi, toda la familia participa en diversos cargos en la empresa, desde el abuelo hasta los nietos.

LA VINTAGE:  LA FLOR DE ALMAGRO

Esta antigua heladería artesanal de la familia Palazzo, en el límite entre el barrio de Almagro y Villa Crespo, tiene casi cien años y está considerada entre las mejores de la ciudad. 

Muy tradicional, siempre elaboró helado de pistacho incluso cuando aún no estaba de moda.

Perfecto para verdaderos fanáticos de este gusto, que lo aman mas allá de las modas.