BUENOS AIRES – El idilio entre la pizza y Argentina parece haber llegado a su punto más alto en este momento.
Entre el 3 y el 6 de julio se realizará en Buenos Aires el primer Campeonato Mundial de la Pizza y la Empanada, en el marco de la feria FITHEP Expoalimentaria Latam 2024, en el Centro Costa Salguero de Buenos Aires.
“Es la primera vez que Argentina aloja un Mundial de este tipo –afirma Lorena Fernández, presidenta de Apyce (la asociación gremial de pizzerías y locales de empanadas)–. Ya se registraron 350 participantes. Y es importante que la pizza y la empanada, dos elementos simbólicos de nuestra cultura culinaria, se celebren en un mismo evento".
El anuncio se hizo durante un evento organizado por Apyce (que también incluye una escuela de pizzeros), que también sirvió para presentar al equipo de maestros pizzeros que representarán a la Argentina en el 31 Campeonato Mundial de Pizza en Parma, del 9 al 11 de abril, con más de mil participantes de unos cincuenta países.
Se trata de un grupo de ocho profesionales muy unidos, muchos de los cuales ya han ganado premios o han obtenido buenos resultados en concursos anteriores. Para otros, sin embargo, será la primera vez y por eso la emoción es palpable. Muchos también son antiguos alumnos de la escuela Apyce.
El líder del grupo será el director de la escuela, Diego Dávila, que pasó casi la totalidad de sus cincuenta años entre bolsones de harina, desde que dio sus primeros pasos en el sector cuando aún era un niño.
Ya acompañó a la delegación argentina en 2023. “De los 15 días que pasamos en Italia – recuerda– pasamos ocho intentando y volviendo a intentar, de cara a las tres carreras”.
Basta pensar que para competir en la categoría "pizza napolitana", como Especialidad Tradicional Garantizada (STG, por sus siglas en italiano), la preparación debe realizarse de forma artesanal, según las especificaciones que regulan los ingredientes, las características y la duración de la cocción.
“En la competencia ni siquiera está permitido utilizar el termómetro para ajustar la temperatura del horno, ni el cronómetro para sacar la pizza en el momento adecuado –afirma Gustavo Levinson, secretario de Apyce–. ¡Incluso hay una regla sobre cómo poner la sal!”.
Las normas son menos estrictas para la pizza clásica que, a diferencia de la pizza napolitana, tiene tiempos de cocción más largos en un horno eléctrico o de leña. Para el relleno (que no debe ser demasiado abundante) hay un mayor margen de libertad, mientras que para la masa se puede utilizar levadura, totalmente prohibida en la vera pizza napoletana.

Un ejemplo de pizza clásica (foto: F. Capelli).
Otras categorías son la pizza in teglia, in pala, sin gluten y otras más espectaculares como la pizza freestyle, donde el pizzero, con un disco hecho de una masa que luego no se consumirá como alimento, la hace girar al son de la música, realiza lanzamientos y otros trucos de malabarismo.
Del equipo que dirige Dávila, apodado "la Scaloneta de la pizza", también forman parte el misionero Martín López, Miguel Villalba, Moreno Dávila, Hugo Bazán, de Salta, Javier Dotte (que trabaja en Malta, pero es 100 por ciento argentino), Eric Smalietis y Ezequiel Ortigaza.
“Hace dos meses que nos estamos entrenando –concluye Diego Dávila–. Minimizar errores, perfeccionar recetas, perfeccionar técnicas. Es un honor estar ahí, compitiendo con tantos excelentes profesionales".