VENECIA – La situación de Alberto Trentini, el cooperante italiano arrestado en Venezuela el 15 de noviembre y acusado de actividades subversivas contra el gobierno de Nicolás Maduro, se torna cada día más complicada.
Luigi Brugnaro, el alcalde de Venecia, se expresó sobre el tema. En aquella ciudad vive la familia Trentini. Y fue allí donde el viernes un grupo de amigos de Alberto organizó un acto en la Plaza San Marcos, pidiendo su liberación tras colgar una pancarta con el mensaje “Alberto Trentini libre”.
Brugnaro, en constante contacto con el Ministerio del Exterior italiano, explica la dificultad de la situación. La acusación de terrorismo impide el contacto con el cooperante, incluso la visita consular que había sido autorizada en Irán para Cecilia Sala. Esto aumenta la angustia de familiares y amigos.
La preocupación por la total falta de noticias se agrava por el hecho de que Trentini sufre de presión alta y debe tomar medicamentos de forma regular.
Alberto tiene más de 15 años de experiencia en países complejos, como Etiopía, Líbano, Nepal y, en América Latina, Colombia, Ecuador y Perú. Trabajó para importantes ONGs italianas e internacionales, como Coopi, Cefa, y Médicos del Mundo.
Se encontraba en Venezuela desde octubre, como coordinador de la sede local de Humanity & Inclusion, la rama latinoamericana de una ONG estadounidense que trabaja para la integración de personas con discapacidad, especialmente en contextos vulnerables como los rurales. Tal vez haya sido la nacionalidad de la ONG, que recibe fondos estadounidenses a través del programa USAID (la agencia estadounidense para el desarrollo internacional que, irónicamente Trump quiere cerrar) el pretexto usado por el régimen para acusar a Trentini de trabajar para la inteligencia estadounidense.
El hecho de que la reelección de Maduro no haya sido reconocida por el gobierno italiano podría haber influido también.
El caso recuerda al de Nahuel Gallo, un gendarme argentino detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre pasado bajo la misma acusación, luego de entrar al país desde Colombia para visitar a su esposa e hijo. El gobierno de Javier Milei tampoco ha reconocido la victoria electoral de Maduro, y ambas detenciones hacen pensar en una represalia.
Sin embargo, Trentini estaba en Venezuela con una autorización regular, viajaba en avión con sus documentos. Su trabajo era conocido y transparente. Al igual que su currículum: licenciatura en Historia en la Universidad Ca' Foscari de Venecia, dos másters en el Reino Unido relacionados con la asistencia internacional. Uno en la Universidad de Leeds sobre Suministro y saneamiento de aguas, y otro en la Liverpool School of Tropical Medicine en Asistencia Humanitaria. Una vida dedicada a los demás y a la justicia social, repudiando cualquier forma de violencia.
Un llamado por la liberación de Trentini también llegó de los padres de Giulio Regeni, el investigador secuestrado, torturado y asesinado en una prisión en Egipto en 2016, en circunstancias aún no esclarecidas, a pesar de una comisión parlamentaria de investigación y un juicio que continúa en el Tribunal de Roma.
Invitados por el programa Che tempo che fa, los Regeni hicieron el llamado por Alberto. “Pedimos que el gobierno se mueva porque ha pasado demasiado tiempo, no se sabe dónde está. Queremos que este joven italiano regrese sano y salvo a casa. Y que sea respetado como portador de paz”, dijo Paola Deffendi, madre de Giulio.
La familia está siendo asistida por la abogada genovesa Alessandra Ballerini, experta en derechos humanos e inmigración, conocida por haber defendido a parte de los manifestantes arrestados y golpeados en el G8 de Génova en 2001. También es la abogada de la familia de Mario Paciolla, un cooperante asesinado en Colombia en 2020, en circunstancias nunca aclaradas, mientras trabajaba para las Naciones Unidas.
La última declaración conjunta de la familia Trentini y la abogada data del 15 de enero, antes del encuentro del ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, con el encargado de negocios de Caracas.
“En pleno respeto a la soberanía territorial del gobierno bolivariano –se lee en la nota– y sin querer interferir en la diplomacia de las relaciones entre Italia y Venezuela, solicitamos la atención de todas las instituciones de ambos países sobre la dramática situación de Alberto Trentini y pedimos su liberación para que pueda regresar a casa y al afecto de sus familiares y amigos. Alberto Trentini es un cooperante y precisamente esta su misión humanitaria en Venezuela debe constituir ‘un puente de diálogo’ que permita lograr el resultado de su pronta vuelta a Italia. Lo pedimos con fuerza y esperanza. La tradición de familiaridad entre los italianos, una de las comunidades más importantes en el país sudamericano, y los venezolanos impone esta señal de pacificación”.